El miércoles 8 de enero se reunió la Mesa Interinstitucional de Sanidad en Yerba Mate, conformada por varias instituciones de la provincia de Misiones y nacionales, para trabajar en el monitoreo de la enfermedad del Mal de la Tela, evaluar el avance en los estudios de la identificación del agente causal y, las propuestas técnicas para recuperar lotes afectados por la enfermedad.
En relación al monitoreo de la enfermedad, el más alto porcentaje de ataque se halla en la zona de Andresito, con casos detectados hasta San Ignacio.
La Mesa decidió encarar un trabajo de monitoreo más intensivo desde San Pedro hasta Leandro N. Alem, con la ayuda de los alumnos capacitados en el anterior trabajo realizado en Andresito. La actividad se realizará entre los meses de febrero y marzo.
Los avances de los estudios encarados por INTA, INYM, UNAM–CONICET sobre la determinación del agente causal de la enfermedad muestran una concordancia en los resultados de los diferentes grupos.
A la fecha los mismos permiten acordar que el agente causal de esta enfermedad es Ceratobasidium niltonsouzanum. Este patógeno también es responsable de enfermedades en otros cultivos tales como el té, frutales como palto, mango, y también para algunas especies forestales.
“Los trabajos internacionales demostraron que el uso de agroquímicos para el control de la enfermedad tiene poca efectividad. La experiencia en otros cultivos recomienda la inspección temprana de los mismos, principalmente en períodos lluviosos, a fin de detectar la enfermedad en sus estadios iniciales, efectuar podas y destrucción por quema de las partes afectadas y acompañar con un adecuado manejo de suelo y fertilización, limpieza de herramientas, entre otras”, informó el Instituto Nacional de la Yerba Mate.
Actualmente para el cultivo de yerba mate en Argentina, no existen productos sanitarios, ni biocontroladores registrados y autorizados para el control de la enfermedad.
En la reunión también se presentó la propuesta técnica que viene presentando mejores resultados para recuperar lotes afectados o muy afectados por la enfermedad. Luego de ser analizada por los participantes se consensuaron las siguientes prácticas para recomendar a los productores y de esta manera poder reducir los efectos adversos de la enfermedad, disminuir su incidencia y evitar que se disemine a lotes sanos:
- Identificación temprana de la parcela o planta afectada.
- Eliminación de todas las ramas enfermas con serrucho, tijera o motosierra y posterior quema de las mismas. Si las plantas afectadas superan el 70% del lote y el volumen es elevado, dejar residuos en la calle (solarización).
- Reducción de copas en plantas muy afectadas y debilitadas, mediante rebaje selectivo.
- Evitar dejar plantas sin cortar en el lote.
- Subsolado de melga.
- Adecuación del pH de suelo, según análisis.
- Fertilización base.
- Desinfección (con amonio cuaternario o alcohol en gel) de las herramientas y ponchadas utilizadas en los lotes afectados, tanto tijeras como serruchos, ponchadas y si se realizó subsolado, también el subsolador.
- Empezar cosecha por lotes sanos y luego por lotes enfermos. Si esto no es posible, garantizar la limpieza y desinfección de las herramientas utilizadas antes de empezar la cosecha en una nueva parcela o lote.
- No realizar aplicaciones de ningún producto químico.
“La prevención y detección temprana es la mejor herramienta para combatir esta enfermedad, por esto, se solicita a los productores y técnicos que cuando detecten lotes que pueden estar afectados por la enfermedad, concurran a las Oficinas de INTA o SENASA más cercana y realicen la respectiva denuncia, solicitando a los técnicos institucionales que visiten la chacra. De esta forma los organismos responsables podrán brindar asistencia técnica para el control temprano de la enfermedad, evitar su propagación, a la vez que se podrá mantener actualizado el sistema de monitoreo”, comunicó el INYM.