A pesar del clima distendido que ostenta el ministro de Economía Roberto Lavagna, basta ver las caras de Hugo Kranjc (izq.) y del titular de la Coordinadora de las Industrias Alimenticias (COPAL), Alberto Alvarez Gaiani, para darse cuenta que el almuerzo fue apenas cordial.
Es que en la semana en la que el Gobierno, a través de Economía, intentó dar señales en el sentido que ahora sí, se ocupa de atraer inversiones, los socios de la COPAL creyeron que el reclamo de rebajas impositivas iba a tener un mejor tratamiento. Lavagna lo desestimó. Y más. Les advirtió que no puede bajar la recaudación y que debería ser reemplazado por otro tributo. Los empresarios advirtieron también sobre la necesidad de contar con tasas de interés más bajas en los créditos para las Pymes. ¿Diálogo de sordos?