Comenzó agosto y es un mes clave para los amantes de la huerta urbana: en este mes pueden comenzar a gestarse cultivos de gran plasticidad y que no pueden faltar en estos espacios naturales.
El balcón de un departamento, el patio de casa, un terreno lindante, entre otros sitios, pueden enaltecerse en esta época del año con múltiples posibilidades.
Sucede que es el momento ideal para comenzar a pensar en cultivos de primavera-verano, pero siempre teniendo en cuenta que todavía las bajas temperaturas puede dejar trunco cualquier proyecto.
CÓMO HACER UNA HUERTA FAMILIAR
Con albahaca, batata, zanahoria o papa, entre algunas de las variadas opciones, los balcones se pueden vestir a la moda con colores agradables, aromas intensos y deseos de una fructífera cosecha.
No obstante, hay que mencionar que los más sensibles al frío, como la albahaca, la batata, la berenjena, el pepino, el pimiento, el tomate, el zapallito, o el zucchini deben impantarse cubiertos.
Por su parte, los más resistentes a las bajas temperaturas, pueden sembrarse sin protección. Entre ellos, la acelga, la rúcula, las arvejas, la lechuga, el puerro, la achicoria, la remolacha, la espinaca y la zanahoria.
ALIADOS Y ENEMIGOS
En un mes electoral en la Argentina, estos términos generan clara suspicacia. Sin embargo, la huerta siempre tiene aliados, pero también enemigos.
En agosto, por ejemplo, las temperaturas empiezan a subir muy lentamente y la cantidad de horas de sol van en aumento. Esta situación, no deja de ser un aspecto positivo que tiende a mantener viva las expectativas productivas.
Pero también, la presencia de mayor luz solar, pone al huertero en un estado de mayor atención. Es el momento de estar finos e incrementar paulatinamente la frecuencia de riego y controlar el crecimiento de las malezas, estas últimas claras enemigas de las huertas.
Además, no hay que descuidarse de las heladas, que en esta época pueden seguir generando inconvenientes severos, incluso hasta finales de septiembre. En ese sentido, es recomendable proteger las plantas pequeñas, cubriéndolas por las noches.
BENEFICIOS DE UNA HUERTA
- Permite mayor relajación y cambiar la sintonía cotidiana.
- Según los psicólogos, saca a las personas del interior de sus casas, donde pasan la mayor parte del día, para disfrutar del aire libre.
- Permite conocer nuevos sabores, y lo que es mejor, producidos con las propias manos del huertero.
- Posibilita armar ensaladas súper variadas con lo que hay en la casa, así como sopas repletas de ingredientes.
- Facilita tener nuevas especies que ya no se venden en la verdulería.