Reducir de manera paulatina el uso de agroquímicos en el sector rural es un concepto que se repite en muchos establecimientos agropecuarios, aunque en la práctica no siempre resulta una tarea sencilla.
Un ejemplo concreto de ello es el productor Hernán Mauro, quinta generación familiar de agricultores, y que desde hace tiempo se dedica a la ganadería en la provincia de Santa Fe, porque comprendió que es una actividad que logra equilibrar rentabilidad con protección ambiental.
Es por ello que trabaja en una empresa familiar, donde manejan dos unidades productivas, una en Cañada Rosquín y otra en Las Bandurrias: la primera es agrícola ganadera, con la idea de reconvertirla en los próximos tres años a 100% ganadera, y la segunda es una unidad productiva pura de producción de carne.
Para el productor, llegar al campo y ver cortinas forestales, pasturas florecidas con flores de distintos colores, insectos, la hacienda pastando tranquila (algunos acostados, otros comiendo en armonía) “nos hace sentir parte de ese ecosistema y genera felicidad”.
“Mi enfoque es imitar a la naturaleza en el manejo del campo, disminuyendo el uso de agroquímicos”, dijo convencido en diálogo con Infocampo.
Además, considera que la agricultura actualmente es una actividad de riesgo muy alto, por lo que optó por diversificar su emprendimiento y proponer un sistema que intententa ser cada día más eficiente.
GANADERÍA QUE IMITA A LA NATURALEZA
Hernán es ingeniero agrónomo egresado de la Universidad Nacional de Rosario y comprendió a lo largo de su trayectoria como profesional y productor que el negocio de la agricultura tal cual como se hizo en los últimos 10 años está llegando a su fin.
“Hay que pensar en otro tipo de sistema. Hoy, entre los costos productivos, el valor del alquiler y los rendimientos, hacen que el margen bruto de la actividad agrícola sea muy bajo y no concuerde con el riesgo que uno asume”, indicó.
En ese sentido, expresó que devolverle a la naturaleza parte de lo que ella le regala a la sociedad es una opción que muchos productores deben abordar. “Se trata de imitar a la naturaleza que es muy sabia y trabajar juntos en la obtención de frutos económicos, pero también de usar la razón, la coherencia y en ese contexto, establecernos nuestros sistemas productivos”, manifestó.
Por eso, entiende que con la actividad ganadera es mucho más fácil sobrellevar ese objetivo y fue el argumento por el cual está reconvirtiendo su campo de agrícola a destinarlo a producir novillos de exportación para la Unión Europea en casi su totalidad.
“En Cañada Rosquín, en nuestro establecimiento La Elenita, donde son 380 hectáreas agrícolas estamos enfocando nuestro proyecto a producir terneros a base de pasturas implantadas bajo un manejo agrícola sustentable”, sostiene Mauro.
El entrevistado, cuenta que las pasturas se siembran sin el uso de herbicidas teniendo al manejo del pastoreo como principal herramienta para tender a peremnizarlas.
“Ya sea dentro de los lotes agrícolas, de cultivos de cobertura, de cultivos de invierno, es clave la incorporación de insumos biológicos para reemplazar insumos químicos, la incorporación de la ganadería dentro del sistema, el uso en algunos elementos de labranza mínima, superficial, para control de malezas, entre otros conceptos”, mencionó.
OTRO CAMPO CON APTITUD GANADERA
Por su parte, el otro campo de la familia se encuentra ubicado en Las Bandurrias, en el centro oeste de la provincia santafesina. Allí son unas 105 hectáreas a las que se suman 200 más alquiladas a un vecino, todas netamente ganaderas, donde el productor cree que es mucho más eficiente implementar su concepto de cuidado ambiental.
Los sistemas agroecológicos son más estables y menos insumo dependiente. Bajo ese escenario, Mauro destacó que “la ganadería, de la forma en la que lo hacemos nosotros, es un sistema completamente distinto, que incluso te da una independencia económica del sistema y eso también da tranquilidad”.
A su vez, considera que el primer cambio en los procesos productivos es ser crítico a la hora de tomar decisiones, no tomarlas porque el sistema dice que hay que tomarlas.
“Hay que agotar las instancias antes de usar agroquímicos. Nos debemos plantear otros umbrales de acción para la toma de decisiones antes de aplicar. Lo cual requiere un esfuerzo y un tiempo completamente diferente a lo de los planteos agrícolas convencionales, de usar nada más que lo necesario”, puntualizó Mauro.
Por otra parte, cuenta que a pesar de la sequía, la ganadería ha sido el sustento económico de la empresa. “Con la agricultura a los productores no nos fue bien en estos tres años de sequía. Si bien con ganadería no fue fácil, bajo el concepto que manejamos, la rentabilidad fue más que satisfactoria”.
VOLVER A PLANTEOS MIXTOS
Hernán cree que es una oportunidad considerable que muchos productores que se volcaron a la agricultura, puedan volver a la ganadería a consecuencia del incremento desmedido de costos que tiene la agricultura.
“Es muy difícil manejar una empresa agrícola pequeña o mediana. El productor que tiene un campo chico, o lo alquila, o se vuelca a una producción ganadera o mixta para esquivar los costos productivos que implica sembrar soja o maíz”, reconoció.
Bajo ese argumento, cree que hubo un momento en el cual hacer agricultura era menos complicado y el margen era más alto.
“Hoy el margen prácticamente desapareció. Entonces eso lleva a que las empresas que son muy grandes se manejen por escala, pero el productor mediano a chico tenga cada vez menos posibilidades de subsistir, porque los márgenes son cada vez más ínfimos y los riesgos cada vez más altos”, asegura.
No obstante, cree que los sistemas mixtos son una alternativa, pero la falta de financiamiento dificulta su implementación para los productores más pequeños. “Actualmente la ganadería es mucho más rentable que la agricultura y es el negocio perfecto para los productores medianos y chicos que tengan su estructura intacta”, mencionó.
RESPETO POR EL BIENESTAR ANIMAL
Para su negocio, el bienestar animal es clave. “Respetamos a cada animal como ser vivo, para nosotros es un miembro más del sistema, al que debemos darle una vida saludable y de bienestar”, dijo Hernán.
Para asegurar esa visión, junto a sus empleados, trabajan la hacienda caminando, no utilizan perros, ni látigos y guían a los animales con banderas para facilitar su traslado.
“Sin lugar a dudas hay muchas cuestiones para mejorar, pero estamos trabajando mucho para el bienestar del rodeo. Implantamos cortinas forestales para mejor sombra y nos esforzamos para que siempre tengan agua fresca y limpia y la mejor pastura”, sostiene.
Por último insiste que el camino de transición, pasar de una producción tradicional a buscar otras maneras de producir, tiene sus idas y venidas. “Es un proceso que implica mucho conocimiento, bastante trabajo, y abundante ingeniería”, reflexionó.