Argentina superó las 3,6 millones de hectáreas dedicadas a la producción orgánica y expandió sus unidades productivas bajo seguimiento con un incremento del 18%, que representa 1.366 establecimientos.
Los datos surgen del “Informe sobre la Situación de la Producción Orgánica en la Argentina durante el año 2018”, que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realizó a través de un sistema de control de las entidades certificadoras habilitadas.
De acuerdo al informe, la superficie orgánica cosechada aumentó 5% con respecto al año anterior y superó las 80,8 mil hectáreas, donde se destacan los cultivos industriales y los cereales y oleaginosas con un crecimiento del 12%.
En tanto, la superficie dedicada a ganadería orgánica aumentó un 14%, y se incrementó la población de bovinos (8%) y ovinos (22%).
Asimismo, el estudio detalla el desarrollo de la producción orgánica en todas las provincias argentinas, con un especial crecimiento en colmenas bajo seguimiento con un aumento del 75%, respecto del año 2017.
Este tipo de sistema productivo abarca producciones como cereales, frutas, cultivos industriales, hortalizas, legumbres, aromáticas y ganadería ovina, bovina, apicultura, avicultura, caprinos y camélidos, cuyas principales exportaciones son encabezadas por la pera, trigo, azúcar de caña, manzana, soja, sidra, vino, puré de pera, puré de manzana y arroz.
El principal destino es la exportación a los Estados Unidos y la Unión Europea; sin embargo, se observa un crecimiento del 60% a otros destinos, entre los que se destacan Canadá, Ecuador y Perú.