El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó que se encontraron caracoles gigantes africanos y nidos con huevos en una vivienda particular de la localidad misionera de Wanda, a 70 kilómetros de Puerto Iguazú.
El personal del Senasa llegó hasta el lugar por una denuncia de sospecha que realizó un propietario de una vivienda familiar de la zona urbana, donde hace nueve años se detectó la presencia de la plaga por primera vez. Y para disminuir los niveles poblacionales del caracol gigante africano y salvaguardar la sanidad vegetal y la salud pública, los eliminó. De todas maneras, el organismo estima que se está dando una “posible dispersión” de la especie, por lo que avanza en investigaciones para determinar si se trata de un caso aislado o no.
Los peligros de la especie
Los caracoles gigantes africanos – o Lissachatina fulica– son considerados como uno de los ejemplares de caracoles terrestres más perjudiciales del mundo, porque presentan un gran potencial de dispersión debido a su alta plasticidad ante variables ambientales, cuentan con una dieta polífaga (que es capaz de alimentarse de más de 200 especies vegetales), elevada tasa reproductiva y ausencia de enemigos naturales que los controlen.
Si bien el Senasa recordó que también existen caracoles terrestres nativos que “no deben ser eliminados porque no representan un problema”, sí remarcó que esta especie puede afectar la salud de las personas al transmitir parásitos, y también convertirse en importantes plagas agrícolas y afectar el medio ambiente.
Por todo esto, recomendó:
- No tocarlos directamente con las manos, ni comerlos.
- Si se los toca accidentalmente, lavarse inmediatamente las manos, al igual que si se tocan superficies que pueden haber estado expuestas a su baba.
- En personas, evitar el contacto con la baba del caracol, especialmente en ojos, nariz y boca.
- Lavar con agua potable las verduras, porque pueden haber estado expuestas a su baba.
- No utilizar los caracoles como carnada, mascotas o adorno.
- En zonas urbanas, no utilizar venenos químicos contra el caracol, ya que los molusquicidas son extremadamente tóxicos para niños, mascotas y la fauna nativa.
- En su propiedad, eliminar del jardín restos de madera, materiales de construcción o cualquier otro elemento que pueda servirle de refugio.
- Si detecta la presencia de caracoles gigantes africanos, puede tomarlos con guantes impermeables (látex), colocarlos en una bolsa, aplastarlos y enterrarlos, o introducirlos en un recipiente herméticamente cerrado con dos partes de agua y una de cloro durante 48 horas. Luego, estos animales deben ser descartados de manera segura (enterrados).
- No permitir que los niños participen en la captura o jueguen con estos caracoles.
- No trasladar los caracoles a otras zonas. Tampoco plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.
En caso de detectar la presencia de esta plaga, comunicarse telefónicamente con el Senasa a la oficina de Eldorado, a través del teléfono 03751-422331 o escribir al correo electrónico eldorado@senasa.gob.ar.
Si se tienen dudas acerca de qué tipo de caracoles se trata (nativos o caracol gigante africano), no eliminarlos hasta que el Senasa realice la identificación del ejemplar. Para ello, enviar una fotografía al correo dief@senasa.gob.ar.