Investigadores del Laboratorio Paleontológico del Museo de Ciencias Naturales de Miramar y de la Fundación Azara informaron a la comunidad científica internacional del hallazgo del resto de un fósil atribuido a un vampiro extinto, de mayor tamaño de los conocidos hasta el presente, en sedimentos del Pleistoceno, en las inmediaciones del arroyo La Ballenera.
Se encontró la rama mandibular de un vámpiro gigante (Desmodus draculae) en el interior de una cueva o madriguera de 1,2 metros de diámetro, atribuida a un perezoso gigante de la familia Mylodontidae, como Scelidotherium. “No se sabe si este vampiro ingresaba a la cueva para alimentarse, refugiarse, o fue presa de otro animal” explicaron los especialistas.
Por su parte, el investigador y escritor Daniel Tassara, colaborador del Museo de Ciencias Naturales
Pachamama, comentó que otro punto a destacar del descubrimiento de esta mandíbula fósil de vampiro, es que brinda datos paleoambientales y paleoclimáticos para el Pleistoceno superior, pues su pariente más directo el vampiro común (Desmodus rotundus) actualmente se encuentra a 400 kilómetros al norte de la ubicación del “vampiro miramarense”, y agregó que “las condiciones ambientales del sitio del arroyo La Ballenera habrían sido diferentes a los que hoy podemos observar”.
Asimismo, los únicos antecedentes de vampiros antiguos de Argentina corresponden a los hallados en esta zona. Uno de ellos es un canino superior aislado del Holoceno tardío de la vecina localidad de Centinela del Mar, referido a Desmodus cf. D. draculae, que no llegó a ser un fósil, pues, la datación readiocarbonica dio una antigüedad de 300 años.
Por lo tanto, este nuevo resto fósil, el ejemplar histórico, y otros materiales en varios puntos de
Sudamérica, indican que Desmodus draculae fue el último de los grandes mamíferos voladores, y se extinguió durante la época colonial, en 1820 aproximadamente, posiblemente como consecuencia de la ‘Pequeña Era de Hielo’, explicó el investigador y segundo autor de la publicación científica titulada NEW RECORD OF THE VAMPIRE DESMODUS DRACULAE (CHIROPTERA) FROM THE LATE PLEISTOCENE OF ARGENTINA.
Recreación de la escena
El fósil fue estudiado bajo un microscopio estereoscópico y en comparación con los materiales de referencia disponibles en distintas instituciones, junto a los datos recuperados por los autores. Esto permitió al paleoartista Daniel Boh, titular del museo de ciencias naturales local, recrear a Desmodus alimentándose de un perezoso gigante.
En la época que vivió Desmodus draculae en el sudeste bonaerense, sobre lo que hoy es la costa atlántica de Argentina, la región estaba habitada por perezosos gigantes, como el megaterio de unos 4,5 metros de altura, por manadas de elefantes sudamericanos extintos, mamíferos acorazados gigantes de más de 4 metros de largo y más de una tonelada de peso conocidos como gliptodontes, o por el emblemático tigre dientes de sable y muchas otras bestias, hoy totalmente extintos cuyos fósiles se exhiben en el museo miramarense.
La rama mandibular del vampiro fue identificada como Desmodus draculae, especie encontrada
por primera vez en Venezuela en 1988, la cual, alude al fantasmal personaje de ficción Drácula.
Vivió en el Cuaternario de América y tuvo un tamaño 30 % mayor que el vampiro común (Desmodusrotundus).
Características
Según especificó Santiago Brizuela, de la Universidad Nacional de Mar del Plata y uno de los autores de la publicación en la revista de paleontología Ameghiniana, editada por la Asociación Paleontológica Argentina, su envergadura sería de dimensiones algo más grandes que las de un teclado de computadora, pero significativamente mayor a sus representantes actuales.