No sólo nos dio la base científica para la adopción de nuestras medidas sanitarias en materia de inocuidad de los alimentos, destinadas a proteger la salud de los consumidores, sino que permitió la armonización de normas internacionales, con el objeto de facilitar el comercio global. Con el correr de los años, los trabajos del Codex se han multiplicado, así como el número de comités y grupos especiales que se han creado para atender cuestiones específicas, a tal punto que resulta casi imposible para los países en desarrollo, poder responder a todos los desafíos que se plantean a diario.
La creación de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la aprobación del Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (SPS), han dado un nuevo impulso al Codex Alimentarius, al señalarlo como organismo de referencia en materia de normas alimentarias. Esta decisión ha marcado, “un antes y un después” en la jerarquía de la labor normativa del Codex Alimentarius. En primer lugar porque, tal cual lo estableció el Acuerdo SPS, las medidas sanitarias deben tener una base científica indiscutida, que permita proteger la salud de los consumidores. Y en segundo lugar, porque esa base científica consolidada en las normas del Codex es el reaseguro para sus miembros, especialmente de los países en desarrollo y menos adelantados, cuando un conflicto comercial en materia de alimentos debe resolverse en la Organización Mundial de Comercio. Nuestro Comité reúne a miembros de países en desarrollo y si bien existen diferencias compratimos preocupaciones.
Claudio Sabsay
Subsecretario Política Agro