Tradicionalmente la fecha de siembra de praderas es el inicio de marzo, pero pueden configurarse ciertas condiciones en el campo, el clima, la gestión, la rotación de los lotes, entre otras, que signifiquen el desvío de esa fecha.
Los técnicos Alejo Re y Yanina Gorelik Zonis, del INTA Concepción del Uruguay y Rosario del Tala, respectivamente, dieron una serie de consejos específicos en casos de siembras tardías de pasturas y que estas sean exitosas.
Elección del lugar: elegir lotes en rotación con cultivos o verdeos y sin malezas. Además, ver en ellos el volumen de rastrojo, considerar el drenaje, la fertilidad, el pH y si la profundidad del suelo limitan el crecimiento de la especie a implantar.
Fecha de siembra: la temperatura del suelo ideal para la implantación es 15° (hasta fines de abril, según la zona). Para ello, en siembras tardías aumentar la densidad y tratar las semillas de gramíneas con fungicidas sistémicos.
Elección de las especies: adaptadas al suelo, clima y categoría de hacienda. Para ello, es necesario conocer el rendimiento potencial, la resistencia a plagas y enfermedades de las especies.
Selección de mezclas: evitar la dominancia de especies con especies de requierimientos similares de manejo y palatabilidad. Para ello, hay que ajustar las densidades de siembra para evitar desbalances.
Momento de siembra: es fundamental inocular a las leguminosas. Si la siembra de las especies es al voleo se requiere planificar más densidad a implantar, como así también ajustar la fertilización fosfatada.