Desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) señalaron algunos factores que están generando inconvenientes para la actividad y que se acentuaron en este inicio de año.
Por el lado de la exportación, el comprador principal que tiene la Argentina es China, con casi el 80% de los envíos durante 2020. Sin embargo, complicaciones adoptadas por el país asiático por presunta presencia de Covid en la mercadería “resultan absolutamente incomprensibles”, así como también “que sus autoridades no respondan por la presentación para la habilitación de nuevas plantas ingresada a la administración del gobierno de ese país”.
“Nos consta que desde Senasa se han dado todas las garantías y que desde la embajada y la agregaduría agrícola en Beijing diariamente se trabaja en estos temas“, aseguró el presidente de la entidad, Daniel Urcía.
Pero también se detectan inconvenientes con las ventas al viejo continente por nuevas medidas impulsadas por la segunda ola de coronavirus en el invierno europeo.
“Ese mercado lleva cortes de alto valor (cuota Hilton) que por la pandemia cayeron a mínimos históricos al tiempo que los precios de la materia prima (kilo de novillo) medidos en dólares son los más altos de la región Mercosur. Tengamos en cuenta que la exportación opera con el dólar oficial al que hay que restarle los derechos de exportación lo que reduce los ingresos de la industria que en muchos casos hacen esos negocios a pérdida“, agrega Urcía.
Es resto de los factores enumerados por el empresario son el empleo, consumo y producción.
El primero de ellos, dado que “no hay señales internas que promuevan la creación de empleo, por el contrario, todas las nuevas normas o reglamentaciones desalientan ese proceso y van restringiendo la demanda de trabajadores a un determinado grupo social”.
Para el caso del consumo, Urcía remarca que “la disminución de la demanda interna que se dio en el arranque del año ya fue anticipada en nuestros anteriores envíos y se explica por la necesaria recomposición de los precios de la hacienda que, como dijimos entonces, traería aparejada una retracción del consumo que lentamente se irá recuperando en los meses próximos a medida que se vayan actualizando los salarios”.
Por último, la producción se ve afectada por los anteriores factores, y donde en enero (que contó con 20 hábiles), la faena fue de las más bajas del siglo.
“Esas complicaciones tanto en el frente interno como en el externo hicieron que enero fuera un mes de baja producción y de mayores dificultades para el funcionamiento y el resultado de las empresas. A eso se agrega el menor nivel de producción y de productividad”, expresó el dirigente.