Desde la devaluación, las exportaciones del sector agropecuario crecieron ininterrumpidamente hasta superar 50% del total nacional. Hoy, la agroindustria representa 11% del producto bruto interno. Los datos son elocuentes del nivel de desarrollo alcanzado, que fue posible gracias a la incorporación de tecnologías y de técnicas que permiten mejorar los procesos productivos, aumentar la competitividad y la calidad de los productos.
Sobre los pilares de este paradigmático modelo de producción, quienes son sus impulsores dialogaron en Infocampo Debate: Fernando Vilella, ex decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA); Belisario Álvarez Toledo, director ejecutivo de Aacrea, y Víctor Trucco, presidente honorario de Aapresid.
Los invitados debatieron acerca de la importancia de la capacitación para liderar los cambios en los procesos de producción y de cómo hacer política sin necesidad de asumir un compromiso partidario.
“El lugar dentro de la política y de la sociedad lo tiene que conseguir el sector formando gente. Y en eso estamos trabajando. El Programa Líderes de Aacrea se enmarca dentro de este cambio de paradigma del cual hablamos”, indicó Belisario Álvarez Toledo (Aacrea), y agregó que para lograr cambios importantes se requiere gestar un tipo de liderazgo para el servicio.
“Desde Aacrea tratamos de crear líderes comunitarios, no en el sentido más habitual de la palabra, sino que son líderes capaces de desarrollar proyectos en sus propias localidades. La asociación brinda la posibilidad de capacitarse durante un año en materias más duras como administración, historia, sociología, análisis de inversiones, y en un segundo año se trabaja en la gestión de proyectos propios, en un marco de valores que tienen que ver con el movimiento CREA, como es el trabajo en equipo, la responsabilidad, la búsqueda de la excelencia y la innovación”, sostuvo Álvarez Toledo.
Por su parte, Víctor Trucco (Aapresid) indicó que si bien se necesitan buenos políticos y buenos profesionales; “lo que hay que cambiar son las ideas por las cuales el conjunto de la gente cree que son las soluciones y cuando uno ve que lo que se hace está mal y lo evidencia, entonces los políticos tendrían que cambiar la estrategia de poder, buscar otro discurso, otro compromiso y otra acción, porque esas ideas no dan resultado. Hay gran cantidad de mitos que están instalados desde hace cincuenta años en la sociedad y creo que desde nuestra perspectiva del ‘Darse cuenta’ para hacer un aporte, no como personas iluminadas y soberbias, sino para que se discuta desde otro ámbito. Con Aacrea coincidimos en generar ideas nuevas para que se pueda discutir desde otro ángulo”.
En la mesa de debate, el ex decano de la FAUBA se refirió al papel de la universidad como ámbito para la formación de liderazgos y la capacitación. “Hay una visión sobre la universidad, que no es mayoritaria, que tiene que ver con lo que podría ser la realidad del siglo XIX. Nosotros, en cambio, estamos proponiendo un proyecto de universidad ligado a los sectores productivos y estatal, en pos de un modelo distinto de desarrollo nacional que hasta el momento se viene llevando”, sostuvo Vilella, y agregó que en el congreso mundial de agronegocios se hablaba de que los próximos años van a ingresar 1.000 millones de personas en el sector medio internacional, que van a generar alimentos y productos de calidad que la Argentina está en condiciones de ofrecer, “porque el sector nuestro es prácticamente el único que está a tono tecnológico con nuestros principales competidores del mundo. Ahí se juega buena parte del futuro de la Argentina, en el conocimiento y en el poder de aprovechar una circunstancia que se repite un siglo después del granero del mundo”, concluyó.
Gran valor
“El proceso de los últimos años en el sector de los agronegocios o agroindustrial en la Argentina tiene valor más allá de los productos o las divisas que ha generado. El valor que tiene es que ha sabido construir competitividad sistémica global. Es un sector que ha entendido muchas cuestiones que tienen que ver con la incorporación de tecnología, la productividad, la innovación, el tratar de armar diseños organizacionales que se adecuen a estos tiempos, la incorporación de conocimientos, el uso masivo de la biotecnología y la conservación ambiental”, sintetizó Gustavo Grobocopatel en especial para Infocampo.
Empresa y negocios: los nuevos conceptos
“La Cátedra de Agronegocios surgió en 1998 de la necesidad de cambiar paradigmas; teníamos una visión de la facultad que había que convertir, teníamos una institución que se miraba hacia adentro y no miraba lo que estaba pasando hacia afuera, muchas de las cosas que estaban pasando afuera fueron las que estaban transformando el sector agropecuario argentino; Aapresid, por ejemplo. Con esta visión, y recorriendo otros lugares del mundo donde se estaba trabajando con estos conceptos, decidimos como cuestión estratégica incorporar los agronegocios como una actividad de posgrado.” Así describió Fernando Vilella, la incorporación de los agronegocios en la oferta académica de la institución.
“El impacto fue enorme -continuó Vilella-; hoy somos uno de los programas líderes de Latinoamérica en agronegocios; estamos capacitando en distintas instancias; maestría, especialidad, cursos in house en empresas y en instituciones; hay alrededor de 500 personas en este momento, ya han pasado más de 2.000.”
Vilella recordó que en los inicios tuvieron que buscar los docentes y la estrategia “fue conseguir los mejores en aquellos lugares donde estuvieran, en otras instituciones, en universidades privadas (mediante convenios con el CEMA y San Andrés) o consultores privados. A partir de ese momento surgieron también especialidades nuevas, muchas de ellas pioneras en la Argentina”.
El ex decano coincidió con Aacrea en la necesidad de capacitar docentes de nivel medio agropecuario y explicó que desarrollaron un programa con la Universidad de Rio de Janeiro (Brasil) y con la de Toulousse (Francia).
“Brasil lo tomó como estrategia nacional y desde hace tres años está capacitando centenares de profesores de nivel medio agropecuario; aquí no conseguimos ni que el la Nación ni la provincia nos aporte un solo becario para las personas que toman los cursos, que son docentes que tienen ingresos realmente escasos.”