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Florencia, la ‘agrobarbie’ que hace que “el campo se vista a la moda”

Cordobesa, ama los caballos y los tractores, fue a una escuela agrotécnica y sueña con vivir en el campo. Pero mezcla esa pasión con otra: el modelaje. En otro capítulo de ELLAS, la historia de Florencia Arroyo.

“Cuando estaba en tercer o cuarto grado de primaria, veníamos por la ruta y vi un campo lleno de animales de granja. Mi mamá me dijo que era una escuela agrotécnica y desde entonces no paré hasta que mis papás me dejaron ir. No era fácil, porque tenía que irme del pueblo a vivir a una pensión, pero lo logré y no me arrepiento de nada, siempre amé estar y vivir en el campo”.

Así cuenta, con pasión, parte de su historia la joven Florencia Arroyo, nacida en Arroyito (Córdoba) el 18 de febrero de 1999, y más conocida en redes sociales como la “AgroBarbie”, en donde hace una mixtura entre sus dos pasiones: campo y moda

Así las cosas, la nueva protagonista de la serie de podcast ELLAS, se recibió de técnica agropecuaria. Antes, se había criado en el medio rural, su padre se dedicó al campo, la ganadería, toda la vida. Su madre, maestra, cuando ella era adolescente le sugirió hacer un curso de modelaje y Florencia fue, “para probar, yo andaba de boina, bombacha de campo y alpargatas todo el día”

Con tractor New Holland rosa

Le gustan los caballos casi tanto como la moda y las pasarelas. También le gusta andar arriba de los tractores y acompañar a la feria cuando hay compra de algún bovino. 

El campo es su cable a tierra y desde allí busca crear contenidos que mariden sus dos pasiones. Tiene casi 120.000 seguidores en Instagram y más de 200.000 en TikTok. Vive en Santiago Temple, una pequeña localidad ubicada en el departamento Río Segundo, una hora al este de Córdoba capital, pero sueña con vivir en el campo. Hace un año, es mamá de Donatella. 

– Contame de cuando eras chica. ¿En qué contexto te criaste? ¿Cómo era ese hogar? ¿Qué hacían tus padres?
– Yo soy la más chica de tres hermanos, mi mamá es maestra y mi papá siempre se dedicó al campo, a la ganadería. El contexto de mi niñez fue siempre rural. Me la pasaba en el campo. Lo que me acuerdo de la primaria es que no veía la hora de que llegaran las vacaciones de invierno y verano para poder estar todo el día en el campo. También los fines de semana. Era hermoso. Otros chicos esperan las vacaciones para hacer otras actividades, yo era para ir al campo. A veces sola y otras con amigos que llevábamos todo el día a caballo, saltando los rollos, jugando a las escondidas. Hasta tercer año del secundario fue así. 

– Si cerrás los ojos, ¿qué se te viene al cuerpo, al alma de esa época?
– Y, el olor a caballo. Yo estaba todo el día andando a caballo. Es más, me traía los caballos al pueblo. Una vez me traje un pony, otra vez un burro. Me gustaron mucho los caballos más que vacas y tractores. Además, salía a hacer los desfiles. De más grande me regalaron mi primera yegua, porque hasta ahí habían sido todos caballos. Mi yegua se llama Victoria, para correr entre los tachos. Yo tenía 15 años cuando me regalaron esa yegua. Vivíamos en el pueblo, yo siempre quería vivir en el campo. Y la casa del pueblo tenía un patio grande y me traje la yegua a casa. Yo soñaba con vivir en el campo. 

CHICA jineteando

– En la secundaria elegiste una escuela agrotécnica, a 30 kilómetros de donde vivías, incluso quedándote como internada porque era lejos para ir y volver. ¿Por qué? ¿Ya entonces sabías que ibas a querer seguir en el campo? ¿Qué te imaginabas haciendo?
– La escuela quedaba en Villa del Rosario, a 30 kilómetros de Santiago Temple, que es donde vivía y vivo. La escuela estaba sobre la ruta; entonces pasábamos y le preguntaba a mi papá sobre lo que yo creía era una granja, porque había chivas, ovejas, vacas, ñandúes, conejos, se veía todo. Mi mamá me contó ahí que era el campo de la escuela. ¿Cómo en una escuela puede haber todo eso? Me preguntaba yo. Era chiquita, estaba en la primaria. Yo dije, “quiero ir a esa escuela en el secundario”. Cuando terminé la primaria no me dejaron porque era internado sólo para hombres, entonces las mujeres se tenían que quedar en pensión, en la casa de alguien que te alquila una pieza. Para convencerme me dijeron que hiciera los primeros tres años en el secundario de Temple y cuando estaba para pasar a cuarto le dije a mi mamá que averigüemos para ir a la agrotécnica. Y me dijeron que no. Entonces yo me empaqué, me llevé todas las materias menos educación física. Yo quería ir a la agrotécnica hacía muchos años. Tenía claro que quería ir a esa escuela. Así fue que me instalé en una pensión, con una señora que me cocinaba, tenía una pieza, fueron cuatro años. y me fue super bien. Un colegio hermoso. A la mañana íbamos a la escuela y a la tarde al campo. Teníamos materias como producción vegetal, producción animal, porcinos, tambo, hacíamos todo. Y el último año íbamos a la mañana y a la tarde al campo. La parte teórica del colegio la hacíamos en el campo. Y salí con el título de Técnica agropecuaria. 

En la escuela agrotecnica

– Terminaste la secundaria y leí que pensabas en hacer veterinaria o agronomía, pero no veías la hora de irte para el campo…
– A mí me gustaba veterinaria o agronomía. Pero justo cuando terminé entramos en pandemia, me puse de novio y me fui a vivir al campo cuatro años. Y no seguí. Surgió el camino de las redes y el modelaje y acá estamos. 

– ¿Cuándo surgió lo de la moda?
– Más o menos en sexto año. Porque a mi mamá siempre le gustó la moda. Ella quería ser modelo y en su época no había muchas posibilidades. Ella me incitó a hacer un curso de modelaje, yo no quería saber mucho, andaba todo el tiempo de bombacha de campo, alpargatas y boina. Así empecé a los 17 años y me encantó. La moda, las pasarelas, pero era mi pasión oculta. Y eran dos mundos diferentes, pero me empecé a vestir más a la moda, incorporar indumentaria de moda en el campo y una vez un hombre fue al campo y me dijo “parecés una barbie del campo”. Me gustó y así sugió agrobarbie. 


– ¿Y qué hacés hoy? Estás viviendo en el pueblo pero seguís haciendo cosas en el campo.
– Como saben muchos, hace un año fui mamá. Yo estaba 24 por 7 en el campo. Hoy con Doni, mi hija se llama Donatella, no puedo estar tanto, pero trato de organizarme y seguir estando cuando mi hermano me necesita en la campaña del alfalfa. O vamos a ferias ganaderas a comprar animales. También hago contenido en redes sociales sobre el campo y sobre moda. No es fácil siendo mamá estar en el campo todo el día pero trato de hacerme mis tiempos. 

– ¿Qué te enamora de lo que hacés hoy?
– Me gusta mucho estar en el tractor, en contacto con los animales. Trabajar en el campo que no es todos los días lo mismo, la no rutina. Y después siempre quise hacer esto. Después cuando empecé con lo de AgroBarbie me di cuenta que puedo fusionar las dos cosas. Seguir con botas y sombrero, no perder lo mío que es el campo y estar en el modelaje. Me apasiona poder hacer las dos cosas. Redes, campo y moda. 

Con la hija a caballo

– ¿Qué tratás de mostrar en redes sociales y qué feedback recibís?
– Hace unos días fui a la Exposición Rural de Buenos Aires. y me pareció loco porque uno muestra la vida cotidiana, que para nosotros es normal, y no es lo común para la gente de la ciudad. Están muy alejados de lo que hacemos en el campo para producir alimentos. Eso me gusta, poder mostrar a las personas que no tienen acceso al campo, cómo es la vida rural, cómo vivimos y qué hacemos. 

– Las mujeres siempre han estado en el campo, en muchas épocas como compañeras, pero hoy tienen más protagonismo. ¿Cómo ha sido tu experiencia?
– Estoy muy orgullosa de las mujeres hoy en día que nos hemos podido dar nuestro lugar en el campo. Antes éramos compañeras pero ni siquiera valía nuestra opinión. Para trabajar en el campo tenías que ser hombre. Hoy veo productoras agropecuarias que manejan campos, que están cada vez más instruidas. Eso me pone muy orgullosa. No fue fácil, de un día para el otro. Nos lo hemos ganado, visibilizando cada vez más mujeres en el campo. 

En la manga02

– ¿Qué lugar creés que tienen ustedes, los jóvenes, en el campo?
– Me parece que son fundamentales para el campo. Porque cuando uno es joven tiene la mente más abierta. La tecnología va de la mano con los jóvenes. Están siempre en lo último, aportan nuevas ideas. Escucharlos, darles su lugar, enseñarles, también es importante porque van a hacer un aporte valioso. 

FUERA DEL SURCO

– Llegamos al pin-pong de ELLAS: la primera pregunta es si tenés un hobbie que te cambie la bocha, te resetee…
– Andar a caballo o estar un rato con ellos me resetea. Ya sea acariciarlos, tusarlos, ponerles el apero, me saca todo el estrés. Sigue siendo mi hobbie de chiquita. Desde que soy chiquita que tengo caballos, no podría estar sin ellos. Hasta viejita voy a estar con caballos. 

En el campo con caballos

– ¿Música? ¿Por dónde vas? ¿Qué escuchás?
– Me gusta el folclore de base. Y después lo que se escuche de moda. El pop, reggaetón. Tini, Emilia. 

– Cuando mirás series o películas, ¿qué te gusta?
– Acción, aventura, no las de terror porque después sueño. 

En el campo maquina

– ¿Algún lugar en el mundo que te gustaría conocer?
– Me gustaría ir a África, a conocer los animales en su hábitat natural. Hacer un safari. 

– ¿Tu desayuno habitual?
– Un mate cocido. Si hay, con pan. Muy básica. 

– ¿Alguna frase para cerrar la charla? Algo que motive tu camino en la vida.
– No tengo una tan fuerte, pero me gustó una que dice “el campo es mi hogar, la moda es mi pasión”. Creo que me representa muy bien. Después otra que dice “la belleza no tiene fronteras, ni aún en el campo”. 

parada Arriba del caballo

MUJERES EN CAMPAÑA

“ELLAS” es una serie de podcasts realizados por Infocampo con mujeres de campo que inspiran por su historia emprendedora, y que cuenta con el acompañamiento de “Mujeres en Campaña”, una iniciativa de New Holland Agriculture que ya tiene un camino recorrido y embajadoras de distintos lugares del país.

La Iniciativa Mujeres en Campaña (MEC) surgió cuando comenzamos a notar que existen muchas mujeres involucradas en el campo con grandes capacidades y que todas teníamos algo en común: la necesidad de compartir experiencias vinculadas al campo y al trabajo rural, nuestro principal objetivo es visibilizar el rol de la mujer rural en cualquiera de sus tareas sea como cliente o como una referente para el sector”, señaló Natalia Álvarez, referente de Marketing New Holland Argentina.

Desde “Mujeres en Campaña” desarrollaron el concepto de “embajadoras” que permite conocer un poco más de cada una en su rubro y, a su vez, difundir cómo trabajan y cómo se sienten.

En stand New Holland

El objetivo de este maridaje entre ELLAS y Mujeres en Campaña es llegar a mujeres de distintas edades y distintas zonas geográficas. “Nos enorgullece cuando un padre nos comenta que le recomendó a su hija inscribirse en nuestra plataforma para capacitarse y realizar algún curso de los que ofrecemos”, agregó Álvarez.

Desde la plataforma de MEC, se puede acceder a capacitaciones, foros, talleres, entrevistas y contenido de interés, además, cuenta con una Feria de Emprendedoras para dar a conocer los proyectos que lideran las seguidoras.

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