En su Panorama Agrícola Semanal, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio por finalizada la cosecha de soja 2017/18 con el rinde y la producción nacional más bajos de las últimas nueve campañas.
“Los resultados responden fundamentalmente al fuerte déficit hídrico estival que afectó durante más de ocho semanas la mayor parte de la región agrícola nacional, comprometiendo la condición del cultivo en sus etapas reproductivas críticas”, explicó la Bolsa.
En concreto, el ciclo culminó con un volumen de producción de 36 millones de toneladas, lo que se traduce en una caída interanual del 37,4 %, pérdidas de 1,2 MHa sembradas y un rendimiento de 21,4 qq/Ha, un 33 % por debajo en relación a la campaña anterior.
Durante la última semana, la recolección de la oleaginosa avanzó y llegó a cubrir la mayor parte del área pendiente, por lo que a la fecha solo permanecen en pie lotes puntuales en sectores aislados de Buenos Aires. “Sin embargo, no es área significativa cuyo resultado pueda generar modificaciones sobre la presente estimación de producción”, aclaró la entidad.
Cómo sigue el maíz
Por su parte, la cosecha de maíz con destino grano comercial avanzó con fluidez gracias a las buenas condiciones del tiempo y a la finalización de la cosecha de soja.
Según la BCBA, en los últimos siete días la recolección llegó al 63 % del área apta, lo que reflejó un progreso intersemanal de 7,4 puntos porcentuales.
En cuanto a los rindes, indicó que “se mantienen por debajo de las expectativas iniciales en la provincia de Córdoba”.
Así, se mantiene la proyección de producción para la campaña 2017/18 en 32.000.000 toneladas, 7 MTn menos que las recolectadas la campaña previa, cuando se alcanzaron las 39 MTn.
La fina
En cuanto a la campaña fina 2018/19, el informe señaló que las labores de siembra de trigo y cebada “continúan avanzando en todo el país y ya se lograron implantar más de 5.300.000 hectáreas con ambos cereales”.
“Los lotes de trigo más avanzados en su ciclo fenológico transitan etapas de espigazón y los mismos se concentran principalmente en la región del NOA, donde la condición de humedad varía entre regular y escasa“, describió, al tiempo que agregó que, en paralelo, sobre los núcleos cebaderos del sur de Buenos Aires “la condición de cultivo es adecuada y el cereal se encuentra entre emergencia y diferenciación foliar“.
De esta manera, en trigo se cubrió el 79,2 % de las 6.100.000 hectáreas, con un adelanto interanual de 6,5 puntos porcentuales. En números absolutos, se implantaron más de 4,8 MHas.
En cebada, en tanto, se logró implantar el 53,6 % de las 950.000 hectáreas proyectadas.