Aceitera General Deheza, Bunge Argentina, Cargill SA, Cofco International, LDC Argentina SA (Louis Dreyfus Company), Molinos Agro SA (Molinos Río de la Plata) y Viterra Argentina SA son los nombres a los que la Aduana en las últimas horas buscó poner en el centro de la escena.
La razón que aducen los funcionarios salientes está relacionada a una acusación de sobrefacturación de importaciones de porotos de soja.
“El efecto de las maniobras es el ahuecamiento de la base imponible de las operaciones en nuestro país y la fuga indebida de divisas”, plantearon.
La agroindustria, en tanto, no se quedó en silencio y el mismo fin de semana salió a contestar: “Es inaceptable que se nos siga persiguiendo”.
QUÉ DIJO LA ADUANA
“En todos los casos investigados, la maniobra consistió en importar la mercadería directamente desde Paraguay, con refacturaciones de intermediarios radicados en otros países”, apuntaron.
Incluso sumaron en su comunicado un ejemplo en el cual explican que el circuito de porotos de soja trasladados desde el vecino país se dan en forma directa. Pero que la facturación se realiza a través de un intermediario radicado en Suiza.
“Exportación documentada en Paraguay: USD 473,88. Importación declarada en Argentina: USD 625,60 (sobrefacturación del 32,02%)”, acusaron.
“Nada puede explicar la comisión mayor al 30% que cobra el intermediario respecto de la mercadería adquirida en Paraguay: ¿Por qué no comprarle directamente al proveedor paraguayo a un valor 25% menor?”, sumaron.
Además remarcaron que se presume que el verdadero objetivo es “fugar al exterior divisas obtenidas a valor oficial”.
“En total hay más de 3.000 operaciones bajo análisis”, plantearon.
QUÉ CONTESTÓ LA AGROEXPORTACIÓN
La Cámara de la Industria Aceitera Argentina y el Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC) se hizo eco de la misma información, pero difundida este domingo por el diario Página 12.
A través de un posteo en X, los empresarios del sector señalaron que era crucial “compartir la verdad detrás del decreto 1330/2004”.
“Establece condiciones para la importación temporaria de mercaderías destinadas a recibir un perfeccionamiento industrial, con la obligación de exportarlas para consumo a otros países”, expusieron.
Y sumaron que el régimen “permite a Argentina importar soja en momentos de escasez local, procesarla con empleo industrial argentino y exportar al mundo productos con mayor valor agregado. Una estrategia clave para nuestra economía”.
Los cuestionamientos de la Directora General de Aduanas carecen de base, sin constancia en las empresas exportadoras. Los valores declarados se ajustan a las condiciones normales de mercado en el país de origen y de procesamiento.
— Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) (@CamaraAceites) November 26, 2023
En sentido, el presidente de los aceiteros, Gustavo Idígoras, señaló que “inventar investigaciones contra empresas que invierten, generan empleos y divisas genuinas solo genera incertidumbre y pone en riesgo puestos de trabajo y flujos de exportación”
“Es inaceptable que se siga persiguiendo a la agroindustria, pilar del país y parte central de la transformación productiva y exportadora que necesita Argentina”, enfatizó Idígoras.
“En lugar de sembrar dudas, apoyemos a sectores clave para el desarrollo económico del país. La agroindustria es un motor esencial para nuestro futuro”, cerró.