“En buena hora que se haya logrado, yo lo he apoyado en todo momento deseando el mayor éxito en las negociaciones. Debo decir que durante mi gestión también habíamos emprendido un canje de deuda mediante una recaudación de intereses, de cambio de bonos por bonos garantizados. Si se hace el cálculo, el monto de la deuda hubiera sido igual al que se logra ahora, sólo que lo hubiéramos alcanzado sin el default de por medio, con las consecuencias que ha tenido y con lo que afectó al crédito del país. En aquel momento faltó este espíritu de unidad nacional, había una actitud negativa del Fondo, el contexto internacional era desfavorable y en el país se produjo la corrida bancaria, la salida de capitales y había una crisis política interna, que ya planeaba quedarse con el gobierno. Eso fue lo que lo paró. El programa que habíamos puesto llegaba a una solución igual tres años antes sin default.”
“En buena hora se ha logrado el canje. Hay que felicitar al ministro de economía. El país precisaba salir de esta situación y volver al mundo.”
“Yo quería a toda costa evitar el default con las consecuencias que trae, de modo que en eso puse mi esfuerzo. Reconozco que creí que las consecuencias serían peores de lo que, en rigor, fueron, porque el default declarado coincidió con un contexto internacional, sobretodo en la región, que trajo una mejora de la economía y con eso un cierto alivio, aunque no se han llegado a los niveles que el país tenía en 2001. Hoy se llega a una reducción de la deuda pero esta tiene un porcentaje del producto bruto interno mayor que el que tenía antes. En mi gobierno habíamos completado el canje de la deuda interna, de los acreedores internos, y faltaba el destape externo. Hago las comparaciones para recoger la experiencia de cómo, con voluntad política, las cosas pueden hacerse a tiempo. En ese entonces no la hubo porque se estaba apostando al fracaso, a la división política y a la expropiación del gobierno.”
“Lo importante es lo que sigue ahora. Primero hay que negociar con las instituciones internacionales de crédito, a las que se les debe mucho. Hay que formar un plan de pago que sea razonable y posible y, sobretodo, que se cumpla. Desde luego, hay que cumplir con los tenedores de bonos canjeados y hay que profundizar las reformas estructurales que el país precisa para racionalizar el gasto y para estar preparados para cuando venga un ciclo negativo. Hoy los ciclos son positivos y todo va bien, se siente la economía en recuperación, pero cuando esto cambie hay que estar preparados mediante reformas estructurales oportunas. Esto significa, la ley de coparticipación federal, la de responsabilidad fiscal de las provincias y otras medidas.”