La Cámara de Feedlot Argentina (CAF) realizó su análisis mensual sobre la situación que vive el sector, y los números no son alentadores.
Por un lado, la sequía está impulsando una suba promedio del 30% en el precio del maíz, encareciendo casi un 20% los costos de alimentación del encierre.
Y bajo otra arista se puede observar que “la baja en la ocupación de los corrales se acentuó después del crecimiento de encierres en el mes de diciembre y al primero de febrero la ocupación se ubicó en el 63%, volviendo a la situación mostrada e inicios de diciembre. Este nivel en la ocupación se sostiene por la sequía que se sufre en amplias zonas del país, sino la caída seria mayor”, sostuvieron desde la Cámara.
“Bajo este panorama, se reunieron socios de la cámara para analizar el negocio en profundidad. Precios, costos, distintos escenarios y categorías fueron analizados. En todos los casos la foto del resultado (antes de impuestos) fue negativo para los valores actuales. Sin duda el aumento del costo de alimentación y de otros costos que hacen a la estructura tienen su reflejo en esta foto, pero la relación compra venta sigue siendo por lejos el factor que más incide en este negocio”, detalló a través de un comunicado la CAF.
Y alertó: “Los negocios con compras de invernada a los valores actuales cierran con resultado negativo, se debe prestar mucha atención al momento de reponer para evitar esa situación”.
“Si bien es de esperar que con el correr de los días la situación de la hacienda terminada mejore, nadie sabe realmente que sucederá. El engordador debe hacer números permanentemente con un análisis profesional y actuar en consecuencia, no se pueden convalidar valores de compra que llevan a una situación de resultado negativo”, expresaron.
La Cámara de feedloteros finalizó explicando que “es mucho el trabajo que, tanto desde las entidades como desde el estado, se realiza en pos de acomodar ciertos temas de la cadena. Transparencia, simplificación de trámites, apertura de mercados etc. Pero todo ese trabajo tan importante parece escaso cuando el negocio no cierra y mientras tanto la baja de la presión impositiva, que las empresas esperaban y que puede en parte traer algún desahogo, aparece muy lejana, ya sea con foco sobre impuestos nacionales, provinciales o municipales”.