La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola crearon la Alianza para la eliminación de la pobreza rural en América Latina, que reúne a los principales especialistas regionales de desarrollo rural para crear soluciones del siglo XXI a los problemas de la pobreza rural.
“La reducción de la pobreza rural se ha estancado en América Latina en los últimos años, e incluso ha retrocedido en algunos países de la región, como Guatemala, México y Costa Rica, señaló hoy la FAO.
A pesar del crecimiento económico de la región y los esfuerzos de los gobiernos, hoy casi la mitad de los habitantes rurales de la región son pobres y cerca de un tercio son indigentes.
“Las estrategias de reducción de la pobreza rural fueron creadas el siglo pasado, y están basadas en supuestos que ya no so necesariamente válidos. Necesitamos soluciones del siglo XXI a este problema”, explicó Berdegué.
Para cambiar esta situación, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola han creado la Alianza para la eliminación de la pobreza rural en América Latina.
Esta Alianza está formada por los principales expertos latinoamericanos de desarrollo rural y su misión central es proponer soluciones innovadoras que tengan un impacto concreto en la vida de millones de persona, La misma creará una propuesta regional que presentará a los gobiernos de América Latina, y trabajará con países piloto para crear formas de intervención cuidadosamente diseñadas a sus realidades nacionales y territoriales. En ese sentido, la Alianza será un bien público regional al que todos los países podrán acceder para mejorar sus estrategias de lucha contra la pobreza.
La Alianza fue constituida formalmente en un evento que reunió a veinticinco especialistas realizado en la Oficina Regional de la FAO en Santiago de Chile, del 28 al 29 de agosto.
“Es más fácil subir los primeros mil metros de una montaña, que los últimos cien de la cumbre”, dijo Julio Berdegué para explicar que las políticas que se requieren hoy no son las mismas que permitieron reducir la pobreza regional en los últimos quince años.
Según la FAO, los que más sufren son los más pobres entres los pobres: la indigencia rural bajó menos de un punto porcentual entre 2012 y 2014, y se mantiene en 27 por ciento.
“Los pobres rurales están en áreas marginadas donde a los gobiernos y las organizaciones les es más difícil llegar. Ahí hay otros tipos de problemas de género, de exclusión de indígenas y afrodescendientes, donde los desafíos son más grandes”, explicó Lauren Phillips, Lauren Phillips, especialista del FIDA en políticas públicas.
Sin reducir desigualdades no hay como eliminar la pobreza, fue la conclusión generalizada de los expertos de la Alianza sobre este tema.
Un nuevo sentido común
El programa de trabajo de la Alianza busca generar un nuevo sentido común, regional y compartido, sobre las mejores maneras de erradicar los núcleos duros de pobreza rural, que se han resistido a los enfoques anteriores.
“Hay que ir más allá de la tecnología agrícola y el acceso a la tierra y pensar en la transformación de los sistemas de producción. El objetivo fundamental es permitir a la gente hacer un uso productivo de su tiempo durante todo el año, y no depender sólo de los ciclos agrícolas”, explicó Alain de Janvry, de la Universidad de California.
Según el Representante Regional de la FAO, es necesarios incorporar una mirada más amplia de la pobreza, que vaya más allá de los ingresos: “Tenemos que ampliar la protección social y su articulación con estrategias de inclusión económica”.
El director del Instituto de Desarrollo Agropecuario de Chile, Octavio Sotomayor, destacó que, “Estamos enfrentando un nuevo escenario: hay menos recursos fiscales en todos los países. Eso nos obliga a ser muy creativos.”
Los miembros de la Alianza destacaron que su prioridad será llegar a los gobiernos con ideas concretas que pueden mejorar las capacidades de los países para acabar con la pobreza rural, no a nivel teórico sino práctico.
“Lo que queremos con esta Alianza es poder dar un mejor apoyo a quienes tienen que diseñar e implementar las políticas públicas que permitirán eliminar la pobreza rural. Se trata de poner en conjunto muchas de las mejores capacidades que tenemos en la región al servicio de tomadores de decisiones que tengan un interés serio en acabar con la pobrea rural”, concluyó Berdegué.