El proyecto de modificación de la Ley de Semillas que presentó el oficialismo – que logró el dictamen en noviembre de 2018- está más cerca de tratarse en la Cámara de Diputados de la Nación. Por eso, Federación Agraria Argentina (FAA) salió al cruce y pidió algunos cambios, a fin de “tener definiciones más claras y contundentes que den las garantías que necesitan los pequeños y medianos productores”.
En concreto, la entidad les solicitó a los legisladores las siguientes modificaciones:
- Ampliar la cantidad de productores con derecho al uso propio gratuito: la idea es que en la ley “quede plasmado un umbral de agricultores exceptuados mucho mayor al de $3,8 millones de facturación anual que se habían propuesto”.
- Orden público: exigen que el derecho al uso propio gratuito sea declarado de orden público, es decir, que sea “irrenunciable para las partes y que no pueda ser modificado por contratos abusivos o extorsivos entre privados que desnaturalicen lo estipulado por la norma”.
- Actualización por inflación del umbral: en este caso, piden que el monto de facturación máximo que marque el universo de productores que mantienen el derecho al uso propio gratuito sea definido de manera tal que “asegure su actualización periódica y adecuada”, para “evitar que la inflación haga que en pocos meses que agricultores que no deben estar obligados al pago de regalías de pronto lo estén“.
- Prohibición por ley y explícita de los sistemas privados compulsivos de cobro en puerto o por productividad: la propuesta pide “reforzarse expresamente que el pago de los derechos de propiedad intelectual se agota al momento de la compra de la semilla“, dado que los vacíos de la ley vigente generaron “las peores situaciones de abuso de la cadena, al punto que por controles privados no acordados por los productores (hechos de manera forzosa y sin control del Estado) grandes compañías multinacionales han aplicado junto con otros actores poderosos de la cadena muestras compulsivas para cobrar a los productores un canon de producción en puerto“. Aquí, FAA remarcó que las empresas “se apropian de forma ilegítima de parte de la productividad, que es fruto del esfuerzo del productor”. Y dispara: “Cualquier ley de Semillas que pretenda avanzar debe prohibir explícitamente y terminar con el nefasto sistema Bolsatech creado por Monsanto”.
Paralelamente, FAA pidió que la iniciativa no solamente “se agote en la soja”. “Reclamamos una mirada más federal, que tenga en cuenta a los castigados productores de fruta, los de algodón, los de hortalizas, legumbres y garbanzos, entre otros, que hoy no están siendo correctamente protegidos”, dijo.