Momento de definición de rendimiento para la soja de primera, en gran parte de la región central. Más hectáreas van ingresando al período crítico del cultivo, muchas favorecidas por las últimas precipitaciones generales. Asimismo, estas mismas lluvias también le dieron un fuerte progreso a los cultivos sembrados tardíos, soja y maíz.
Quincenalmente, la Oficina de Meteorología australiana publica su informe sobre la condición de La Niña. Cabe mencionar que ese país, en el mismo hemisferio que la Argentina, también sufre los impactos de la corriente, pero en sentido contrario, con más lluvias por sobre el promedio.
De acuerdo al análisis del organismo oficial, dicen que “es probable que La Niña de 2020-21 haya alcanzado su punto máximo con respecto a los patrones de temperatura de la superficie del mar en el Océano Pacífico oriental y central. Sin embargo, se espera que los impactos asociados con La Niña persistan hasta el otoño”, cuando las condiciones tengan neutralidad.
Según los diferentes modelos que manejan los australianos, el fenómeno estará en una fase de transición progresiva hacia un escenario Neutro, es decir, de lluvias promedio, el cual ya estará fijado para junio.
Por su parte, agregan en las perspectivas climáticas durante la transición registrará precipitaciones con erraticidad, considerando que los efectos de este año están siendo los más activos de los últimos 30 años, así como lo definió la Bolsa de Comerio de Rosario.