El feroz temporal de lluvias que azotó la naciente del río Neuquén el fin de semana, aguas abajo dejó el saldo de al menos 60 familias evacuadas que están a la espera del escurrimiento para poder volver a su normalidad.
Pero además, las consecuencias agronómicas están a la vista: hay productores con los campos completamente bajo agua.
“Un amigo tiene 50 hectáreas de alfalfa en el Paraje 5 esquinas: están todas bajo el agua actualmente”, expuso Luciano Fernández, periodista de LU5 AM600, pero también productor frutícola y vitivinícola de Cipolletti.
En diálogo con Infocampo, relató: “Tengo por lo menos una de las chacras con agua adentro. Básicamente porque las chacras acá tienen sistemas de drenajes que se hacen para que puedas lavar sales y que el agua escurra. Pero ahora que los ríos están rebalsados el agua viene para la chacra”.
#Andacollo🔴 Desde hace 15 años no llovía de esta manera en el Norte Neuquino.
👉 Así baja enfurecido el Río Neuquén frente a Huaraco y camino a #Huinganco.@SubseDcyPc pic.twitter.com/3ThRWW8go2— Edgardo Pino (@chechealumine) June 23, 2023
El sistema de riego de la zona nace en el Dique Ballester, aguas arriba del río Neuquén, y con su curso va regando un área de aproximadamente 50.000 hectáreas, hasta llegar a la ciudad de Villa Regina.
“El problema es que empezaron a urbanizar y el sistema de riego empezó a tener falencias”, indicó. ¿A qué se refiere Fernández? A que la cantidad de usuarios creció de manera inversamente proporcional a quienes pagan el servicio.
“La gente en verano tiene calor y se baña y en invierno tiran basura. Antes los usuarios éramos cerca de 8.000 y ahora somos menos de la mitad, con lo cual se hizo todo más caro. Los sistemas de riego colapsan por el poco mantenimiento”, graficó.
El sistema de riego por “manto”, que dista de tener algún implemento tecnológico como el riego por goteo o mecanizado en los que se controla su dosificación, requiere necesariamente del escurrimiento que por estas horas se volvió un factor crítico.
Para fortuna, según destacó, la entrada del invierno es una ventana de tiempo en el que las plantas se encuentran en la invernada y no está el problema de ingresar a los lotes para realizar cosechas o podas. El método paliativo que encuentran los productores, llegado el caso, es el de seleccionar las plantas más altas y concentrar las tareas en las mismas a la espera de que el agua y su escurrimiento permitan luego que se trabaje en el resto.
“Hay que agradecer que el río Limay no subió como el Neuquén, porque sino era un desastre, la costa está llena de barrios. Hoy en día todo lo que era peras y manzanas en Neuquén, son barrios”, expuso.
¿POR QUÉ AVANZÓ RÁPIDO EL AGUA?
Otro de los consultados por este medio fue Fernando Frasetto, responsable de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas que regula el nivel de las aguas en los tres ríos que dominan la zona: Neuquén, Limay y Negro.
“El temporal ya pasó. Ahora estamos con bajantes en el río, inclusive estuvo nevando en los últimos días. Ahora estamos con buen tiempo en Cordillera hasta principios de julio, que empezaría a nevar de nuevo”, comentó.
En la comparativa, lo que sucedió esta semana es una película que no se veía en la región desde hace 15 años. En 2008 fue el último año en el que se vio un fenómeno similar.
“Es una corriente de lluvias con temperaturas altas que entró sobre el rio Neuquén, y que en algunas zonas dejó las lluvias de casi todo el año, pero en 3 días”, sostuvo.
El factor de las temperaturas más altas que lo normal para esta época del año “ayudó” también a la veloz descomposición de la nieve, que incrementó el volumen del agua en la cuenca del río, que naturalmente cuenta con condiciones “de peligro” a la hora de afrontar un fenómeno de estas características.
“La cuenca tiene la característica de que no tiene bosque, no tiene lagos y no tiene pendiente. Entonces el agua escurre porque no hay forma de retenerla. Es una cuenca “peligrosa” porque son intempestivas sus crecidas”, recalcó.
¿BENEFICIOSO, A FUTURO, PARA EL AGRO?
Más allá del duro momento para los evacuados y para los productores que tienen terrenos bajo agua, hacia adelante el panorama de irrigación puede verse favorecido.
“Esto asegura una fuente de agua para la primavera y el verano. Porque uno de los problemas que estábamos teniendo hace ya varios años es que en el otoño y el comienzo del invierno no había una buena recarga de las cuencas”, indicó Frasetto.
“Es importante recuperar los acuíferos en Cordillera para el ganado. Eso asegura que cuando llegue la primavera o el verano tener los mallines para el ganado, es fundamental en el interior de la provincia”, cerró.