Las estadísticas demuestran que se supera entre 16% a 17,6% más los 19,6 millones de quintales cosechados en la temporada pasada, teniendo en cuenta que las cosechas de 2016 y 2017 fueron las peores de los últimos 50 años debido a las problemáticas climáticas que se atravesaron.
Estiman cosechar en Mendoza entre 14,1 y 14,8 millones de quintales, superando los 12,6 millones de quintales cosechados el año pasado; mientras que San Juan tiene prevista una vendimia que puede ir de 6,44 a 6,75 millones de quintales, por encima de los 5,5 millones de quintales vendimiados en 2017.
Carlos Tizio, titular del INV, explicó sin embargo que “en cuanto a la cantidad se está por debajo del promedio de 10 años, que era de 24,6 millones de quintales; mientras que el promedio de 16 años era de 25,6 millones quintales, y va a estar cerca de los 23 millones basados en estadísticas”.
A pesar de una mejora en la producción en relación a los dos últimos años, la cosecha estimada para este año se va a ubicar por debajo del promedio anual de la última década, que era de 24,6 millones de quintales.
Según explicaron los técnicos del organismo nacional, la merma en cuanto a la estimación de cosecha en relación a los años anteriores sin incidencia en factores climáticos apunta a que se empieza a notar la reconversión de la vitivinicultura, donde se reemplazaron variedades de gran volumen por otras de mayor calidad varietal pero menor producción.
Alejandro Marianetti, técnico del INV, indicó que “este año el granizo no ha tenido gran incidencia, las lluvias han sido oportunas, llovió cuando tenía que llover, hasta ahora, o sea que la sanidad es muy buena.
El único factor climático desfavorable fueron las heladas, donde se vieron daños en algunos viñedos de Valle de Uco y en Lavalle”.