“Estamos comprometidos a terminar con los subsidios agrícolas” -expuso Peter Corish- nuestro trabajo y nuestra política van a ser mucho más agresivos. El objetivo final es acabar con los subsidios”.
El presidente del Grupo Cairns consideró que los subsidios domésticos constituyen un perjuicio para los productores rurales y señaló a EE.UU. como un país que aplica este tipo de subsidios, por ejemplo, en el caso de la producción de algodón. Así, destacó que “se infla la producción a niveles que no tienen nada que ver con la producción mundial, lo que genera un deterioro para los productores y para los precios en otros países”.
Por su parte, Alejando Defino, director del Instituto de Estudios Económicos de la SRA, expuso que “el concepto de la pobreza en el mundo está entrando en vigor”, y agregó que las grandes entidades internacionales como por ejemplo Naciones Unidas o el Banco Mundial, han tomado conciencia de que la mayor parte de la población pobre se encuentra en el campo por lo cual enriquecer la situación de este conjunto “es lo único que puede levantar esas naciones de una forma rápida, mejorando el sector agropecuario”.
Delfino consideró que, por lo general, todos aquellos países que dependen de su agricultura, deben mejorar la calidad de vida social y económica del país. Explicó que, en el caso de la Argentina, nuestro país recibe el 56% de sus divisas del sector agropecuario y, el 37 % de su mano de obra, está ligado a este conjunto de alguna manera.
“Nos alegra mucho que en todos estos organismos internacionales, incluyendo la OMC, la tendencia hoy sea muy clara hacia la liberalización de los mercados”, disparó Delfino, para agregar que “ya es un concepto aceptado por la comunidad económica y por EE.UU”.
Verónica Scornik
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