En el día de ayer, la Secretaría de Agricultura nacional y los representantes del CIL firmaron un acuerdo que establece una baja del 1,5% en el precio de la leche, del 5% en los quesos y del 8% en los yogures, con una vigencia de 150 días. El convenio obedece a la suba experimentada por los precios de la leche fluida que, debido a la merma estacional de materia prima, aumentaron casi un 4% desde el comienzo del año.
El Centro de la Industria Láctea se comprometió no sólo a mantener estables los valores de estos productos por los 150 días establecidos como plazo, sino también a “garantizar su normal abastecimiento”.
Por su parte, el secretario de Agricultura, Miguel Campos, aseguró a Infocampo TV que alcanzar el acuerdo fue complicado dada la diferenciación de productos lácteos y empresas que componen la cadena.
El funcionario destacó asimismo la buena voluntad del sector lácteo para llegar a este arreglo “que tiene implicancias importantes porque estamos hablando de los productos de mayor consumo masivo”.
Campos agregó que, en principio, la baja sería absorbida íntegramente por la industria. “Vale la pena destacar los esfuerzos que está haciendo la industria a pesar del empeño continuo que también hace el productor”, señaló.
Sin embargo, no todo fueron rosas. Desde la producción, Guillermo Draletti expuso en Infocampo TV que “esta película ya la vimos” y consideró el acuerdo como un “arreglo entre bambalinas, de un funcionario y algunos grandes industriales” del cual los tamberos no participan. “Seguramente después nos apretarán a nosotros porque es el eslabón más débil de la cadena”, disparó. “Por el contrario, nosotros creemos que el tambero argentino tiene la menor participación en precio final de consumo interno y de exportación en el mundo”.
El dirigente explicó que los tamberos participan aproximadamente en un 23% del valor final del producto, mientras que en otros países del mundo esta participación alcanza a un 40%.
“Nos parece que las cosas habría que hacerlas al revés”, aseguró Draletti, para agregar que “el productor anduvo muy mal, mejoró un poco pero no está bien”. El productor lácteo resaltó que es necesario mejorar el precio al primer eslabón de la cadena, que hoy está cobrando entre $0,42 y $0,45 la leche en tranquera de tambo.
Por otro lado, sostuvo que la época donde más cuesta producir leche, es el momento en el cual al productor hay que reconocerle mejores costos. “Ahora son injustificados los aumentos”, señaló, “va a contrapelo inclusive de la estacionalidad”.
Finalmente, consideró que “los mercados, al igual que la naturaleza, no se pueden manejar así por un decreto entre bambalinas”.
Las cartas están echadas, la leche ¿ derramada ?
Verónica Scornik
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