Desde la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) señalaron que los productores vitivinícolas están en alerta por el impacto que la sequía y las heladas dejaron en la actividad.
“La vitivinicultura es una economía regional que está en una etapa de crisis por una cuestión, especialmente, vinculada a inclemencias climáticas, como heladas y granizos y en algunos casos también sequía”, planteó Fabián Ruggeri, productor cooperativo de Mendoza y presidente de la asociación de Cooperativas Vitivinícolas (ACOVI).
Ruggeri expuso que “esta fue la cosecha más baja de la que se tenga registro en la historia de la vitivinicultora, donde además de la baja en el volumen de producción, estamos preocupados por el stock”.
Según indicó, a pesar del golpe climático hay otras variables que conjugan la situación. “En un principio creíamos que íbamos a tener falta de stock y ahora vemos que puede haber sobre stock”, comentó.
¿Cómo se explica la situación? Para Ruggeri, el fenómeno se da debido a la abrupta caída del consumo de vino.
“Se da tanto a nivel nacional afectado por la macroeconomía y la falta de dinero en los bolsillos de la gente, como en el plano internacional por el dólar atrasado y la falta de convenios de comercialización”, lamentó.
Además sumó que se debe tener en cuenta la afectación por una plaga que se llama “lobesia botrana”.
“Estamos gestionando a nivel nacional, provincial e interinstitucional, fondos para erradicar esta plaga cuarentenaria”, agregó. En la actualidad los productores vitivinícolas están comenzando las tareas de poda. “Es el primer paso del ciclo agrícola de la vitivinicultura y más allá del escenario adverso lo vamos a comenzar con todas las ganas y fuerzas que tenemos los productores del campo argentino”, cerró.
EL SEMÁFORO DE LAS ECONOMÍAS REGIONALES
Coninagro publica esta herramienta con periodicidad. Se trata de un relevamiento de las 19 economías regionales monitoreadas por el área de Economía de la entidad con cifras que surgen del análisis realizado durante el mes de abril de 2023.
A propósito, el relevamiento elaborado por el Área de Economía refleja 1 verde, 7 amarillos y 11 rojos.
“Es decir que el 57% de las economías regionales relevadas por la entidad están en crisis o con signos de crisis. Además, la sequía aún afecta los volúmenes de producción en varias economías regionales y que la demanda interna es baja”, expusieron.
En tanto, sostiene que “los costos cambiaron su tendencia y se estancaron”, y al mismo tiempo complementa informando que “la exportación tiene precios bajos en pesos” y que se registra una “alta volatilidad de precios internos”.
Por su parte, Lucas Magnano, consejero de Coninagro y productor de Santa Fe, reflexionó acerca del panorama en la ganadería afectada por la sequía: “los impactos de la sequía pueden ser de manera multifactorial. Primero se vio y todavía se está viendo una oferta muy grande de animales, tanto sea gordo hasta invernada, lo que hace que los precios lateralicen o tiendan a bajar”.
“Probablemente también existe un excedente muy grande de vacas, y lo que puede suceder en el mediano o largo plazo algún tipo de recorte en la cantidad de destete porque el servicio de este año no va a ser lo mismo que el de años anteriores donde las precipitaciones y el clima más o menos ha acompañado en este año, pero tuvimos hacia finales de servicio días muy cálidos y los calores de marzo y la falta de precipitaciones han afectado mucho, lo que nos lleva probablemente a una parición no tan buena para este año, lo que va a repercutir de aquí al año que viene o al otro”, sumó.
“La ganadería es dinámica en el tiempo. El problema que tenemos hoy lo vamos a ver dentro de dos o tres años”, señaló Magnano.