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¿La historia de un pecán plantado hace más de 150 años en Marcos Paz podría vincularse con Domingo Faustino Sarmiento? ¿Su genética podría servir para alimentar un programa orientado a seleccionar las variedades mejor adaptadas a las condiciones locales? ¿Podría incluso convertirse en un monumento para la preservación y la difusión de esta especie?
Todo esto, y mucho más gira en la cabeza de Antonio Grand, miembro del CREA Luján.
“Tengo un árbol famoso. Estoy orgulloso. Mientras hablo con vos camino por debajo del pecán”, comentó mientras hicimos la entrevista que dio origen a este artículo. Pero, además, el árbol resultó de interés para profesionales del INTA, que decidieron incorporar sus semillas a un plan de mejoramiento.
Este organismo podría, incluso, acompañar una propuesta para que se lo declare monumento natural y utilizarlo como escenario de cierre de un simposio internacional de pecán que se realizará en la Argentina en 2026.
“Lo cierto es que hoy este árbol es un orgullo y un emblema para mí. Se yergue majestuoso en mi jardín. Con cinco metros de circunferencia y una copa soberbia, tiene un tamaño compatible con la historia que voy a contar”, indicó el productor.
UN PECAN CON UNA ANÉCDOTA FUNDACIONAL
Grand desarrolla diferentes actividades agropecuarias en la localidad de Marcos Paz, provincia de Buenos Aires.
Allí lleva adelante dos tambos con un total de 800 vacas, además de un feedlot donde se engordan los terneros overos, y de las 1000 hectáreas que dedica a la agricultura para alimentar a sus propios animales. Sin embargo, más que hablar de su empresa agropecuaria, lo que realmente lo apasiona es su árbol de pecán.
Conoció este ejemplar en la década de 1980, cuando se interesó en comprar la quinta de 15 hectáreas donde vive actualmente y que también utiliza para guardar y hacer el mantenimiento de la maquinaria agrícola de sus campos.
“Se trataba de una quinta abandonada, ubicada a dos kilómetros de la ruta, a la que se llegaba por un camino de tierra prácticamente intransitable”, recordó.
“Alquilé la quinta en 1989, y me mudé allí cuando todavía era soltero. Finalmente la compré en el año 2002. Siempre me impresionó el árbol del jardín, por su gran tamaño”, recordó.
En aquel momento desconocía que se trataba de un pecán, pero ese fue el inicio de una fascinación que lo llevó a investigar su historia.
Su primera tarea fue identificar la especie. Sin embargo, no encontró referencias en la bibliografía de otros ejemplares que hubieran alcanzado semejante magnitud. Luego, descubrió una serie de antiguos documentos del siglo XIX que le aportaron nuevas pistas.
“En un mapa catastral de 1890 encontré que esta chacra formaba parte de las propiedades de Francisco Basiliano Bosch, dueño de la estancia La Laura, hoy Colonia Hogar Ricardo Gutiérrez, en Marcos Paz. Allí figura una casita, que probablemente haya sido la primera construcción, base de lo que hoy es mi propia casa, donde todavía queda una pared de ladrillones asentados en barro”, explicó.
¿UN PECAN CONECTADO CON SARMIENTO?
¿Qué tiene que ver esta historia con Sarmiento? En principio, Bosch era una persona cercana a él, y llegó a ser general, como nuestro prócer. ¿Cómo se vincula esto con los pecanes?
Grand lo explica de este modo: “En 1868 Sarmiento dejaba su embajada en EE.UU. para venir a hacerse cargo de la presidencia de la República. Traía sus baúles llenos de sueños y proyectos, algunos en forma de semillas. Entre ellas, 4 o 5 bolsas de nogal americano o pecán, que lo habían maravillado, y que luego repartió entre gobernadores de provincia, amigos y conocidos con campos cerca de Buenos Aires. Me gusta pensar que entre ellos estaba Bosch”.
“¿Y si la gruesa pared de ladrillones asentados en barro que separa mi cocina del comedor tuviera ese origen? ¿Y si Sarmiento le dijo a Bosch: Tomá las semillas de este nogal increíble que traje de EE.UU. y sembralas en tu campo?”.
Grand advierte que esta posible historia “es lindísima, aunque imposible de verificar”. Pero eso no lo desanima: “Me puse a buscar en internet qué tamaño tiene un pecan de 150 o 200 años, y ahí me di cuenta de que este árbol puede perfectamente tener dos siglos de edad”.
SELECCIÓN GENÉTICA DEL PECAN
Pero la historia de este pecán no termina aquí, porque, más allá de su origen, tiene mucho que aportar hacia el futuro. Su gran valor genético interesó a los profesionales del INTA. “Ya vinieron tres veces a visitarlo. Sacaron fotos, lo midieron y se mostraron sorprendidos por el tamaño del árbol. Incluso vino un productor a quien le obsequié 6.000 semillas para hacer plantines y usarlos de portainjerto”, dijo Grand.
Enrique Alberto Frusso, profesional del Instituto de Recursos Biológicos del INTA Castelar, quien visitó la propiedad de Grand para conocer el pecán, comentó: “Esta planta nos llamó mucho la atención porque, tras haber recorrido plantaciones en diferentes países del mundo, en nuestra región e incluso en EE.UU., México y España, no hemos observado ejemplares de un tamaño semejante”.
“Sin dudas se trata de un árbol de características especiales por su volumen, por el tamaño de la copa, el diámetro del tronco y la edad. De allí la importancia de preservarlo y clonarlo para evitar que se pierda, porque lo fundamental aquí es la genética”, agregó.
“Estimamos que puede tener más de 150 años. Pero para determinarlo fehacientemente tenemos seguir investigando y contar sus anillos de crecimiento”, señaló, y adelantó que ese será uno de los pasos a seguir durante las próximas visitas.
“Desde el INTA, apuntamos a desarrollar en el país variedades propias de pecán a través de un plan de mejoramiento genético. Para eso tratamos de detectar algunas plantas asilvestradas interesantes, como ésta. Para nosotros es importante que la planta posea la mayor diversidad genética posible, para realizar una selección a partir de ese material y obtener variedades nuevas”, informó.
Alejandra y Ricardo, los emprendedores que dejaron la gran ciudad para producir nuez pecán
Frusso se especializa en el cultivo de pecán, tanto desde el punto de vista genético, como en el manejo y la transferencia tecnológica hacia el sector productivo.
Uno de sus trabajos consiste en identificar plantas que se destaquen por sus características (como el tamaño, la sanidad y las características comerciales del fruto), para luego analizar su perfil genético, obtener nuevas progenies a partir de los ejemplares identificados y, por último, seleccionar las variedades que puedan llegar al mercado.
En este sentido, informó que durante sus visitas a Marcos Paz tomó muestras de las hojas y de las nueces, las cuales fueron incorporadas al programa de mejoramiento del organismo. A partir de esta iniciativa, los técnicos del INTA recogen las semillas de los ejemplares seleccionados y las plantan en parcelas experimentales para realizar ensayos de progenies.
“Hasta ahora hemos obtenido unas 120 progenies de este árbol. Las plantas están creciendo, pero evaluar ese material exige una cierta cantidad de años. Debemos establecer una serie de ensayos y, hasta hoy, hemos avanzamos con tres”, informó.
“Con el fenotipo y genotipo de las familias (en este caso, una de ellas es la planta de Marcos Paz), más el genotipo de las progenies aplicamos un modelo que nos permite establecer su valor de cría en forma anticipada, acortando los ciclos de selección”, detalló.
VARIEDADES LOCALES
“La idea es evaluar esas progenies y, a través de los años, seleccionar las mejores plantas para desarrollar nuestra propia genética, y no depender de las variedades que hoy se obtienen de otros países”, informó Frusso.
Al respecto, destacó que el pecán es una especie “plástica” porque, de acuerdo al cultivar, se puede adaptar a diferentes regiones agroclimáticas.
“Es una especie emparentada con el nogal, pero con un origen diferente. Mientras que el nogal es originario de Asia Menor, el pecán proviene del continente americano, más precisamente de EE.UU. y México. De hecho, esos países concentran el 85% de la producción mundial, que equivale a unas 200.000 toneladas”, indicó.
En la Argentina, el cultivo tuvo un crecimiento sostenido, con plantaciones en Corrientes, Misiones, Entre Ríos, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, Chaco, Catamarca, Tucumán y Salta.
“En el INTA tenemos ensayos de variedades comerciales de pecán en estaciones experimentales ubicadas en diferentes regiones como la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del Valle Inferior del Río Negro, la EEA Junín, en Mendoza, y la EEA Delta del Río Paraná, en Buenos Aires, donde registramos las fechas de brotación, floración y el rendimiento de esas variedades”, concluyó.