Dos barcos que salieron de España con ganado en pie de exportación fueron rechazados en sus lugares de destino debido a que se encontraban afectados por “lengua azul”, una enfermedad infecciosa causada por un virus que no afecta a humanos. Los buques llevaban dos meses de navegación en búsqueda de un nuevo destino.
Luego de varios rechazos, se solicitó el regreso al país de origen. En este marco, España autorizó el desembarco en Cartagena a principios de este mes con la consigna de que la totalidad de la carga debía ser sacrificada.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura de España manifestó que esto pudo deberse a una “operación fallida de un exportador español” ya que los animales salieron de ese país con los correspondientes certificados sanitarios que indicaban que provenían de zonas libres de la enfermedad.
Como consecuencia, se les dio muerte a casi 900 terneros en cuatro días, sin saber si realmente se encontraban infectados por el virus.
Tras dispararse la polémica, las críticas hacia el gobierno español no tardaron en llegar y actualmente es cuestionado por la medida.
el recorrido
Las dos embarcaciones habían zarpado durante diciembre del 2020 desde el país hispano con distintos destinos. Por un lado, Elbeik, partió de Tarragona con 1.776 cabezas rumbo a Trípoli (Libia), y por el otro, Karim Allah, lo hizo desde Cartagena con 895 cabezas hacia Turquía.
En cuanto detectaron la enfermedad, las autoridades sanitarias locales prohibieron el desembarco de los animales.
A pesar de la negativa, tras el rechazo en los respectivos puertos, los barcos comenzaron a buscar otros lugares en los que vender la carga, pero corrieron la misma suerte.
El Tribunal Superior de Justicia de la capital española fue contundente con su decisión a pesar que desde la empresa armadora del buque pidieron a través de una medida cautelar analizar a la carga y evitar la muerte de los animales sanos que provenían de Libia, uno de los destinos que rechazó la embarcación. Además, ese país tiene prohibida la exportación de animales vivos a la UE.
Tras el revuelo que generó la noticia, se realizaron múltiples denuncias de diferentes organizaciones proteccionistas y una petición de la Comisión Europea, cuya normativa sobre el transporte de animales vivos indica que el país de origen debe garantizar el buen estado de los animales.
Por el momento, el Elbeik, se encuentra en las proximidades de Chipre con una carga de animales aún mayor.