Celebramos que se haya designado al frente del Ministerio de Agricultura y del Senasa a profesionales de carrera de larga trayectoria, que conocen los problemas que hoy soportan los distintos eslabones de la cadena de valor de la carne vacuna. Hacemos votos para que sus conocimientos sean valorados en los procesos de toma de decisiones de política económica, lo que sin dudas permitirá atacar las causas de los problemas sectoriales.
En el sector de ganados y carnes resulta primordial restituir las funciones de la Ley No 21.740 en su totalidad al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, dado que al haberse dividido las competencias de la exONCCA entre los Ministerios de Agricultura y Economía, se ha perdido la posibilidad de un abordaje integral de la cadena de valor desde la conducción política, que debe ser articulado a través de los profesionales de carrera del Ministerio de Agricultura que realmente conocen la realidad del sector.
Creemos además que es necesario que se respete la normativa de peso mínimo de faena (pensemos que por cada 10 Kg de aumento de peso por res, se producen 120.000 tn de carne al año con la misma faena) y que haya igualdad en los tributos para que todas y cada una de las plantas frigoríficas paguen los mismos impuestos, terminando con las seudocooperativas de trabajo que bajo distintos pretextos solidarios en la práctica precarizan al trabajador frigorífico.
Debemos cuidar la salud de la población y por lo tanto el Senasa y los Servicios Sanitarios provinciales deberán extremar el control de la industria frigorífica que presenta algunas plantas que funcionan incumpliendo con requisitos mínimos de higiene y seguridad laboral y ambiental.
Como se desarrollará más adelante, las exportaciones del presente año son casi las mismas que en 2001, que fue el año del cierre total de exportaciones por el brote de aftosa.
Una pregunta lógica es ¿por qué si la faena de este año creció 10% respecto del año anterior, las exportaciones perdieron importancia relativa con relación a 2012. La respuesta es que es imposible competir en el exterior cuando en la Argentina el kg res tiene una valor de US$ 4,22, mientras en Uruguay o Brasil el costo es de US$ 3,10-3,30.
La salida a este impedimento a la exportación es la modificación del cambio efectivo para la industria. Para lograr este cometido, una alternativa a la baja de retenciones sería la posibilidad de aplicar el monto total o parcial de esas retenciones al pago de impuestos y/o de cargas sociales.
La industria frigorífica faenó 1.050.000 cabezas de ganado vacuno en noviembre. En esta ocasión la totalidad de la expansión se explicó por el aumento de la faena de hembras, ya que la de machos retrocedió con respecto a noviembre de 2012.
Esto a su vez hizo que la participación de las hembras en la faena total fuera superior al valor crítico de 43% por segundo mes consecutivo, confirmando que la fase de retención de vientres iniciada en la primavera de 2009 llegó a su fin durante el invierno y que el sector pecuario está a las puertas de ingresar en una nueva fase contractiva del ciclo.
En noviembre la faena de hembras creció 16,0% con relación al mismo mes de 2012 y la de machos retrocedió 2,1% anual. El aumento de la faena de hembras equivalió a 122% del crecimiento de la faena total, habiéndose cumplido 20 meses ininterrumpidos en los cuales el avance de la actividad sectorial estuvo explicado básicamente por el mayor aumento de la faena de hembras sobre la de machos.
La participación de las hembras llegó a 45,8% en noviembre, guarismo que resultó 4,2 puntos porcentuales mayor al verificado en igual mes de 2012. Tras cuatro meses en los cuales quedó en claro que la fase de retención de vientres iniciada en la primavera de 2009 llegó a su fin, el haber superado la barrera del 43% nos dice que existe el peligro de ingresar en una nueva liquidación, aunque por el momento no podamos afirmarlo.
En los primeros once meses de 2013 la producción de carne vacuna ascendió a 2,615 millones de tn r/c/h, lo que significó un crecimiento de 10,0% interanual.
En enero-noviembre de 2013 la industria frigorífica produjo 2,615 millones de tn r/c/h de carne vacuna, según nuestras estimaciones, lo que arrojó un crecimiento de 237 mil toneladas con respecto al mismo lapso de 2012 (10,0%).
Del crecimiento total, 95% fue absorbido por el mercado interno (225,3 mil toneladas), lo que provocó que el consumo doméstico equivaliera a 93,1% de la producción total del acumulado anual Este guarismo resultó 0,6 puntos porcentuales menor al máximo alcanzado en igual lapso de 2001, año del cierre total de las exportaciones por el brote de aftosa.
La expansión del consumo total se reflejó en un crecimiento del consumo por habitante. Medido a través del promedio móvil de 12 meses, llegó a 63,5 kg de carne vacuna por habitante por año en el undécimo mes de 2013. Consumo que comparado al ‘máximo’ relativo verificado en 2009 resultó 7,6% inferior.
En el décimo mes del año, según las estadísticas del Senasa, se certificaron exportaciones de carne vacuna por un total de 9.844 toneladas peso producto (tn pp), lo que significó una contracción de 15,6% interanual, luego de un semestre de crecimiento ininterrumpido. En enero-octubre de 2013 las exportaciones de carne vacuna totalizaron 112.725 tn pp y la tasa de crecimiento interanual descendió a 11,8%, tras seis meses consecutivos de mejoras continuas.
Por Miguel Schiariti. Presidente de Ciccra