“El proceso de conformación de precios de los productos está nuevamente interpelado por un alza en los combustibles, uno de los suministros centrales de la economía en general y del transporte de cargas en particular”, indicó la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC)
En su comunicado destacó que “la fuerte suba que alcanza el 7,2% en naftas y 6% en gasoil se traduce en un impacto promedio del 1.8% en la actividad. Se trata de un nuevo incremento en los costos que complica la logística y puede generar un traslado del aumento a las góndolas”.
Para Daniel Indart, presidente de FADEEAC, la decisión genera un fuerte impacto en el sector: “Aumentaron de manera desmedida los peajes y ahora el combustible. Esto provoca la suba de la tarifa por kilómetro”, explicó. Se suma a otros factores de gran peso como las cargas impositivas, que representan el 40.6%, de los costos infraestructura y el pago de salarios. De esta manera se demuestra que la logística no es responsable de la formación de precios.
“El transporte carretero de carga está pasando una situación muy compleja y esto se va a ir directo al precio final de los productos que pagan los consumidores porque nadie en la cadena lo va a poder absorber”, evaluó Indart. Para la entidad, la balanza se inclina desfavorablemente en un 1.8% con esta suba, que no había sido anunciada para antes de las elecciones, lo que a su vez genera un panorama económico aún más severo porque se enmarca una dura discusión paritaria con el gremio de Camioneros.