En mayo del año que llega se vence la Ley de Promoción de Biocombustibles (26.093) que instauró el corte obligatorio de 10% en el biodiésel y 12% en el bioetanol. El 30 de octubre de este año el Senado dio media sanción a la prórroga de esa Ley, pero para que efectivamente pueda regir hasta el 31 de diciembre del 2024 debería contar con la aprobación total en Diputados. Sin embargo, en el pedido de sesión especial hecho por Máximo Kirchner para este martes 29 de diciembre no figura el tratamiento de la prórroga.
Por eso, y ante la amenaza concreta de que de no aprobarse se termine en mayo el corte obligatorio de los biocombustibles, el sector trabaja a contrarreloj esperando una señal política que podría venir del Justicialismo.
En una reunión de más de tres horas entre 32 integrantes (referentes del PJ, de la Liga Bioenergética, de las provincias, de las cámaras de biocombustibles y miembros del Ministerio de Agricultura de la Nación) se acordó que el Partido Justicialista trabajará en los días que quedan antes de la sesión especial para pedir a los diputados en carácter de urgencia que traten sobre tablas el proyecto.
Quienes participaron del encuentro aseguran que el debate fue “acalorado”, pero aún así buscarán consolidar ese espacio de trabajo entre el Justicialismo y el sector en adelante. De hecho, buscarán incorporar a los intendentes de las localidades en las que están instaladas las plantas y al gremio de Petróleo, Gas y Biocombustibles (F.A.Si.PeGyBio), que el 22 de diciembre se manifestó en la puerta del Ministerio de Economía y presentó un petitorio al secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, solicitándole que instrumente los mecanismos para definir un esquema rentable para las empresas y reactivar el sector de biocombustible y, fundamentalmente, que genere un espacio de diálogo con las empresas, el sector público y los trabajadores.
Este último punto es una de las cuestiones más pedidas, ya que -según confirmaron a Infocampo fuentes del sector- los canales de comunicación estarían siendo de escasos a nulos con el área competente, que pasó de estar bajo el ala del Ministerio de Desarrollo Productivo a pertenecer al Ministerio de Economía.
Según confirmaron a Infocampo miembros de las cámaras de biocombustibles que formaron parte del encuentro, hay consenso para aprobar la prórroga, pero es necesario empezar a trabajar en una nueva Ley -algo que el sector viene haciendo- para fomentar nuevas inversiones, así como también pedirán a las provincias que desarrollen sus propios esquemas de economía circular fomentando los biocombustibles derivados de la producción local. Además, referentes del rubro le manifestaron al equipo técnico de agro justicialista que “las exportaciones agropecuarias a Europa corren peligro si no se empieza a descarbonizar la energía que utilizan para producir”.
Desde el PJ, por su parte, no dan mayores precisiones y aseguran que están trabajando para escuchar a los productores y ser un interlocutor con quienes toman las decisiones.
A pesar de que, aún con el paso de los meses y sin respuestas aparentes, el sector de biocombustibles no ha salido al choque del Gobierno Nacional, uno de sus principales referentes marca como una paradoja que “una ley que se aprobó y se enmarcó como un logro de un gobierno peronista se termine con una administración del mismo color y desemboque en la paralización total de las plantas, con el riesgo enorme de pérdida de fuentes de trabajo que eso significa para las provincias” (productoras de biocombustibles, que -fundamentalmente- están gobernadas por dirigentes peronistas).