Los quelatos son moléculas resultantes de la unión de un ion mineral y un aminoácido, cuya característica principal es que son altamente estables en el tracto gastrointestinal y no sufren los procesos antagónicos comunes de los iones minerales que se presentan en forma de sal. Desde 1998, la empresa cordobesa Villa Nueva está trabajando con este producto que permite a los animales un mejor aprovechamiento energético. Las altas temperaturas y la baja humedad hacen que exista una maduración mucho más rápida de la pastura con menor volumen. Ese desbalance en calidad y cantidad hace que el aporte de minerales sea menor y haya un menor consumo por parte del animal. Además, hay una mayor excreción de minerales y hace que se genere un balance negativo.
“Lo que en una condición normal hace que un aporte cubra un 80% del requirimiento, en una situación de estrés probablemente no superemos el 50% del aporte”, explicó el asesor técnico de Villa Nueva, Gustavo Clemente, quien aseguró que en algunos tambos, por esta crisis, se producen bajas de entre el 10 y el 15% de la producción y “con la utilización de este tipo de minerales esa baja de producción se puede atenuar a una caída del 2 o el 3%”.
Resultados. Existe una respuesta productiva en lo que respecta a la ganancia de peso diaria, que es 100 a 200 g superior. Otra respuesta es que actúa como potenciador del sistema inmunitario y prepara a los animales a resistir mejor el ataque de enfermedades. Finalmente, también actúa a nivel celular formando membranas más resistentes, por lo que tiene un efecto sobre la reproducción logrando mejores índices de preñez.
Juan I. Martínez Dodda
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