Un hecho histórico en la provincia de Buenos Aires. En la localidad de San Pedro encontraron los restos de centenares de caballos de hace 200 años en un sector sobre el margen del río Arrecifes.
Este hecho impactante se desencadenó por un fenómeno denominado la “Gran Seca”, un cambio climático que se caracterizó por la falta de agua.
LA SEQUíA
Aproximadamente, entre el año 1550 y el 1850, el mundo vivió un período conocido como “Pequeña Edad de Hielo”. Durante estos 300 años, la región central de Argentina se caracterizó por manifestar condiciones generales más áridas que las actuales, alternadas con grandes inundaciones.
Estó dejó como saldo una elevada cifra de animales muertos que se acercaban desesperados a los ríos y arroyos de la zona. Estos años quedaron en la historia con el nombre de la “Gran Seca”.
Tras los hallazgos, el museo paleontológico “Fray Manuel de Torres” analizó estos restos animales.
El director del museo José Luis Aguilar, comentó a la agencia CTyS-UNLaM que, “la verdad que fue sorprendente, porque observamos un sector de unos 130 metros de largo, con un espesor de unos 80 centímetros, donde afloraban cientos de huesos de caballos. En esa masa de piezas óseas había ejemplares de diferentes edades y tamaños. Unos arriba de los otros en un espectáculo caótico que revelaba una muerte abrumadora”. En cuanto al detalle de los restos, el director comunicó la ausencia de señales de depredación o posibles ataques.
“Repensando este tema, dimos con el relato de Charles Darwin y eso nos cambió la mirada hacia aquel desastre climático”, explicó Aguilar.
El hallazgo
Roberto Steiven, Ricardo Pereyra y Bibiana Ferreyra, quienes cumplen tareas en Estancia “La Paz”, propiedad de la familia Carneiro Andrade, y fueron los que encontraron los resto.
Producto de la sequía actual, con la gran bajante de estos meses divisaron en un sector de las barrancas del río una extraña acumulación de huesos de animales.
A partir de la recuperación y análisis de estos restos, el director Aguilar comentó: “Planeamos montar uno de estos caballos en una de las salas del Museo de San Pedro, para concientizar sobre el peligro que conlleva el deterioro del ambiente y la indiferencia ante las señales que nos envía el Planeta”.