En la producción bovina, todos los caminos conducen a ser eficientes para mejorar la obtención de carne.
Pero en los últimos años, la denominada ganadería regenerativa comenzó a recorrer un camino alternativo: se enfocó en el suelo, el paso natural y recién después en los números productivos.
El Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de Buenos Aires (Ciafba) trabaja en esta dirección. A través de su Comisión de Agroecología, promueven la capacitación en ganadería regenerativa, mediante jornadas a campo en la Chacra Experimental Blanca Grande, del Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense.
El establecimiento está ubicado a unos 60 kilómetros de Olavarría. Hasta el momento llevan impartidos tres cursos y el último abordó temáticas como el armado del plan cerrado de pastoreo y la captura de carbono y el mercado de bonos.
GANADERÍA REGENERATIVA: QUÉ SE BUSCA
Alejandro Giaquinta es el director de la Chacra Experimental y resumió los principales lineamientos de estas capacitaciones.
“Explicamos que en la ganadería regenerativa pensamos en un manejo holístico, donde intentamos reconstruir los ecosistemas y donde la planificación forrajera tiene dos basamentos, uno es un plan abierto y otro cerrado”, sostuvo.
Y agregó: “Tenemos que planificar, para recuperar esa vegetación natural y regenerar el suelo. La primera es el plan abierto que es la planificación en la época de máximo crecimiento de los pastos y la otra mitad es donde el pasto deja de crecer y entra en una meseta o una época de nulo o bajo crecimiento, este es el plan cerrado”.
En las jornadas de Ciafba, se expuso como planificar el manejo en ganadería regenerativa y luego se buscó ver los resultados a campo de esa planificación.
“Hay quienes ya están haciendo algo de ganadería regenerativa y otros no, pero el interés está porque el tema está llegando a oídos de los productores”, subrayó.
CÓMO PENSAR EL MANEJO DEL CAMPO NATURAL
Guiaquinta afirmó que con la ganadería regenerativa se logran resultados en poco tiempo, a partir de la capacudad de resiliiencia de los campos naturales. En este punto, destacó que los campos se recuperan con velocidad, inclusos en planteos de pastoreo continuo.
“Si tengo un campo sobre pastoreado, las raíces serán muy cortas y ese sistema radicular tan pequeño tiene menor capacidad para absorber nutrientes y humedad por ende, esa planta, tendrá una corta vida”, explicó.
Para el profesional, regenerar el suelo es “darle de comer al suelo”. Esto se logra con el dióxido de carbono que existe en la atmósfera, que ingresa a las hojas y que a partír de la fotosíntesis, permite impuilsar el desarrollo radicular.
“Por el equilibrio que la planta debe mantener entre la estructura aérea y radicular, cuando el animal pastorea y se lleva una porción de la parte área, similar porción es la que queda en el suelo y “es esta” quien termina en el suelo alimentando a la micro flora y fauna existente allí”, afirmó.
TRABAJO CONJUNTO CON LA FACULTAD DE AGRONOMÍA DE AZUL
En pararelo, el director de la Chacra remarcó que junto a la Facultad de Agronomía de la localidad bonaerense de Azul, llevan a cabo estudios para evaluar la evolución y recuperación de la microbiología del suelo
En conparación a suelos descansados, los que están degradados por pastoreo continuo no tienen la misma riqueza microbiológica.
“Estamos evaluando una siembra de escarabajo estercolero, insecto responsable de incorporar nutrientes contenidos en la bosta en el suelo, trayendo el insecto de un campo y llevándolo a otro degradado”, explicó, en un proceso que permite recuperar los campos naturales, siempre y cuando no estén demasiado afectados.
Esta recuperación es el puntapié inicial de un círculo virtuoso que se reflejará en mayor disponibilidad y diversidad de comida para el rodeo vacuno. “Si el ganado tiene un buen tamaño de bocado, buena cantidad y buena calidad de alimento el engorde está asegurado”, concluyó.