Abraham llegó de Besaravia. Primero a Brasil y luego la Argentina. A Carlos Casares. Hoy, su bisnieto Gustavo maneja un holding familiar que opera 1.500.000 t de grano y 10.000 cabezas de ganado por año. Comercializa (propias y de terceros) unos 400.000 t. Su molino harenero procesa 60.000 toneladas/año. En agroinsumos gasta unos u$S 8 M y en logística y acondicionamiento tiene una capacidad de 150.000 t.
Y además tiene una familia, cuya esposa (Paula) es una lugarteniente clave en el negocio. Y también… canta: junto a otros dos músicos tiene el Trio Cruz del Sur,en donde hace música folklórica.
Por todas estas razones es un “clásico” entre los periodistas. Muchas veces hemos hablado con él. Y así es como opina:
-“Hay que repensar el sistema democrático. La sociedad del conocimiento no es más la democracia a través de los representantes; es la democracia directa. Hay que ir a la democracia de las organizaciones de la sociedad civil, que actúan en redes y tienen contactos con la sociedad política gestando proyectos mixtos -entre el sector privado y el público- capaces de generar competitividad. Ese rediseño es clave. Si no se produce ese rediseño, la crisis no habrá sido una oportunidad”.
-“A la Argentina le falta una visión, una visión compartida de qué país vamos a ser dentro de 50 años. Y eso tiene que hacerse entendiendo el nuevo paradigma que es la sociedad del conocimiento”.
-“El problema de la representatividad va más allá de las instituciones del sector. Hay una crisis general de representatividad. Ninguna de esas organizaciones logra encarar temas de fondo; tienen enfoques muy tácticos, no estratégicos. Son enfoques nulos de visión. Sin utopía”.
Daniel Diaz | ddiaz@infobae.com