A través del Panorama de Mercado Lechero mensual que elaboran desde CAPROLECOBA, donde analizan mes a mes los vaivenes de precio de la leche, demostraron que en el mes de julio, en la Cuenca Oeste, se acentuaron las bajas de precio al productor “más allá de lo que permiten ver las estadísticas. Ya que en las principales industrias, las mismas se canalizaron a través de nuevos y significativos recortes en los acuerdos comerciales preexistentes, más allá de los sistemas de pago oficiales”, según publica el Panorama Mercado Lechero CAPROLECOBA.
Por eso, expresa el comunicado “llama la atención cuando se habla o se publica que se habrían logrado contener las bajas, cuando las mismas ya traen por lo menos 60 días de aplicaciones sucesivas. Lo cual parece tener que ver más con un diagnóstico equivocado que estarían manejando los funcionarios de Economía y el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca”.
Según CAPROLECOBA, esta supuesta situación los lleva a postergar “imprudentemente la adopción de medidas de ayuda efectiva al sector. Aquí hay que eludir la tentación de una “ficción” más distendida, y asumir en plenitud y con realismo la gravedad de la situación”, denuncia el comunicado.
Como han venido anunciando en reiteradas oportunidades desde CAPROLECOBA, “por circunstancias de magnitud internacional, que están poniendo en jaque a las lecherías de todo el mundo, no se puede revertir en lo inmediato la tendencia a la baja en el precio de la leche de tambo”. Pero desde la Cámara de la Cuenca Oeste de Buenos Aires, consideran que sí es posible atenuar significativamente esa baja, a través de medidas concretas y viables, que ya expusieron desde el mes pasado, a la Secretaría de Comercio Interior (en coincidencia con entidades de la producción y la industria), y que sólo requieren de una decisión política adecuada para poder concretarse.
“Tenemos enfrente un problema muy grande, que no admite arreglos basados en el voluntarismo, ni en presiones a las empresas. La cuestión central que debemos resolver para atenuar sus consecuencias es sacar del circuito toda la leche que se pueda, de la que exceda el consumo interno (que se mantiene parejo), apuntalar la capacidad de pago de las industrias, y verificar que eso se traslade efectivamente a los tambos”.