El renovado interés de los productores en el cultivo de sorgo generó este año que se agoten los stocks de semillas. Tal como adelantó Infocampo en su última edición publicada el 17 de noviembre, proveedores del mercado como Advanta Semillas y Nidera, confirmaron que se quedaron sin existencias debido a la fuerte presión de la demanda interna.
âNo puedo estimar cuánto creció el mercado de semillas de sorgo, porque hay varias empresas que entran y salen anualmente. Nosotros incrementamos nuestras ventas. Estamos apostando a un crecimiento por cambio de híbridos y por una genética buenaâ, señaló Hugo López, gerente comercial de Advanta Semillas.
Se estima que la superficie creció 14,4%, de 577.000 hectáreas en el ciclo 2005/06 a 664.000 hectáreas en 2006/07, de acuerdo con los últimos datos de la Sagpya.
El fenómeno se debe al más que interesante aumento del precio internacional que registró el cereal durante este año. Pasó de cotizar 50 u$s/t a 85 u$s/t, acompañando las subas de otros granos como el maíz y el trigo. Los productores pudieron cerrar contratos forwards hasta en 90 u$s/t.
Incluso, hace unas semanas partieron 52 camiones cargados con semilla con destino a Conaprole, la más importante láctea uruguaya. En el país vecino el área sembrada llegaría a 170.000 hectáreas, lo cual significaría un salto de gran escala, según comentaron los actores en el mercado semillero.
De acuerdo con datos del Senasa, las exportaciones de semilla de sorgo a octubre de este año alcanzaron las 3.737 toneladas por un valor de 2,88 M/u$s, de las cuales el 86% fueron al Uruguay. En el 2005, en cambio, las exportaciones este país fueron por 2.647 toneladas.
Ventajas.
El sorgo se adapta a una amplia gama de suelos y ofrece resistencia a la sequía y a las altas temperaturas, respondiendo favorablemente bajo condiciones de déficit hídrico. âHay quienes lo comienzan a utilizar en zonas donde antes hacían maíz, tiene un sistema de latencia que le permite tener su crecimiento y esperar el agua, a diferencia del maíz. Además, se puede rotar muy bien con sojaâ, dijo Alberto Chessa, responsable del programa de sorgo de Nidera.
El sorgo tiene un costo de producción menor al del maíz. Con una bolsa de 25 kg que cuesta entre u$s60 y 70 se pueden sembrar tres hectáreas, mientras para implantar una hectárea de maíz de buena genética se necesitan alrededor de 100 dólares.
Los operadores, que hasta ahora lo definían como un cultivo de de difícil colocación en el mercado, se preguntan si llegó para quedarse y si se estaría dando el puntapié para que recobre el protagonismo que tuvo en 1982 cuando llegó a ocupar 2,5 M/ha en el país.
Alexia Gimenez
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