El panorama provincial de los cultivos tras las lluvias ocurridas en los últimos días muestra perspectivas dispares, en función de los informes conocidos en las últimas horas.
En el caso del norte de Santa Fe, la Bolsa de Comercio santafesina subrayó la “rápida reacción” que mostraron los cultivos ante la llegada del agua, lo mismo que la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca que celebró un enero que cerró finalmente con acumulados superiores al promedio histórico.
En cambio, en Córdoba, la Bolsa de Cereales de Córdoba lamentó que hay más de 650.000 hectáreas que se perdieron por la falta de agua.
Este jueves, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos se ubicó en el costado pesimista de las expectativas: en su informe semanal, subrayó que, pese a las últimas descargas, “prevalece la modestia pluvial” y los milimetrajes “no son los adecuados como para esperar una señal demasiado positiva”.
SEQUÍA GENERALIZADA
Los datos registrados por el Sistema de Información de esta entidad (SIBER) señalan que las reservas hídricas solo mejoraron levemente en la zona sur, que es la única que no se mantiene en condición de sequía.
Bajo este panorama, “los cultivos de verano de la provincia quedan totalmente expuestos a la continuidad de las precipitaciones. La zona que ha salido de sequía plena, cuenta con algo de reservas pero no garantiza nada; se notó una recuperación parcial que se sostendría con la regularidad de las precipitaciones”.
✅ Reservas hídricas al 1 de febrero de 2023
👉 La zona sur de la provincia es la que mejor respuesta ha tenido a las lluvias del mes de enero. El balance hídrico del cierre mensual permitió quebrar el predominio de la seca en la zona
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MAÍZ Y SORGO
En este marco, las cifras correspondientes a las siembras de maíz y de sorgo son un reflejo del deterioro como consecuencia de la falta de agua.
De movida, la siembra de primera se ubicó en 378.900 hectáreas, reflejando una caída del 18% en relación al ciclo pasado. De esta manera, fue la primera vez en seis años que la superficie implantada con el cereal se redujo.
La Bolsa entrerriana distinguió tres factores que explican esta caída:
- “La Niña” presente por tercer año consecutivo, lo cual proyectaba un ambiente desfavorable para el cultivo en el trimestre noviembre – diciembre – enero. Con el agravante de que, en el ciclo 2021/22 el déficit hídrico impactó negativamente en los rendimientos del maíz de primera, que se ubicaron muy por debajo de los valores normales.
- Escasas precipitaciones en septiembre que imposibilitaron concretar el área inicialmente planificada.
- Mayor intención de siembra de maíz tardío y de segunda.
Precisamente, los planteos sembrados de manera tardía o por encima de un cultivo invernal ocuparon 70.000 hectáreas, pero también muestran datos preocupantes: el 47% de los lotes están entre regulares y malos, cuando hace un año eran apenas el 21% y hace dos, el 4%.
Lo mismo sucede con el sorgo, que pasó de un porcentaje de cultivos entre regulares y malos del 58% hace dos semanas, a 67% en la actualidad.
Según los colaboradores de la Bolsa de Entre Ríos, “el cultivo presenta estrés y se visualiza por hojas quemadas, faltante de plantas que pierden anclaje al suelo porque se secan sus raíces”.