El Departamento de Investigación y Prospectiva de la Bolsa de Cereales sigue de cerca el desarrollo tecnológico del trigo en Argentina y progreso es confirmado.
En particular, los analista hicieron foco en lo que dejó la última campaña, en las cuales se sembraron 6,6 millones de hectáreas, pero también dejaron mensajes sobre aspectos productivos generales que caracterizaron a las últimas campañas.
En la campaña 2019/20 la tecnología aplicada en trigo se concentró en niveles medios (Ver Gráfico 1), en detrimento de niveles bajos de inversión.
“En la campaña de trigo 2019/20, el nivel tecnológico medio fue el más preponderante a nivel país. En relación a la campaña anterior, se observó un traspaso de nivel bajo a medio, manteniéndose el de alta tecnología”, destacó el informe, pero el dato sobresaliente es que este avance es un continuación de lo que pasó desde 2016-17 en el se estableció un nuevo piso tecnológico para el cultivo y desde entonces se mantiene relativamente estable.
Asimismo, en la última campaña se consiguió un récord de superficie sembrada con siembra directa. La tecnología de siembra llegó al 90% de la superficie, un aumento de 3 puntos porcentuales con respecto a la campaña pasada.
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En materia de semilla, agrega el trabajo, que los grupos de calidad 2 son los de mayor adopción, siendo el target genético predominante en la zona triguera del Centro, Sudoeste y Sudeste de Buenos Aires.
Por su parte, los grandes avances también aparecieron en materia de nutrición mineral. Tanto en la fertilización nitrogenada y fosfatada aumentó, con niveles de incremento de 11% y 17%, respectivamente.
Asimismo, en la sanidad también se dio el cambio. Los productores cuidaron más al cultivo con productos compuestos, a diferencia de los formulados simples.
El trigo sigue recuperando su estándar de calidad en el lote. Ese que supo tener y que perdió por un tiempo. Todo vuelve.