Recientemente, un grupo de yeguas de polo, provenientes de la localidad de Pellegrini, provincia de Buenos Aires, mostraron sintomatología nerviosa compatibles con la enfermedad viral HVE-1 (Herpevirus Equino), la cual sería posteriormente confirmada en los laboratorios de la Clínica de San Isidro.
De acuerdo a los datos, el viaje, de casi 500 kilómetros, junto con otros 37 equinos, tuvo fallas en el transporte y paradas de controles en rutas, por ende el viaje resultó más largo y dificultoso que lo previsto, generando una situación de estrés.
A partir de la detección de los casos de esta enfermedad, endémica en todo el mundo y que ya fue aislada en Argentina en varias oportunidades, tanto por las cepas neuropatogénicas como las no neuropatogénicas, ambos establecimientos se encuentran sometidos a interdicción con restricción absoluta de movimientos e investigación de los ingresos y egresos.
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Respecto a esta situación, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realizó un informe técnico de la situación.
Acciones
Inicialmente, se mantuvo una reunión informativa con la Comisión Nacional de Sanidad Equina con representantes del sector ecuestre, universidades, INTA y representantes del ejercicio privado de la profesión veterinaria, en la que se constató que “no se reporta la ocurrencia de sintomatología o sospecha de evento similar en otros establecimientos del país”.
Por esto, “el Senasa recomienda disminuir al mínimo posible los movimientos de equinos estabulados y evitar en lo posible las concentraciones para eventos deportivos por un período de 14 días”.
También, desde la autoridad sanitaria “se involucra a los distintos actores relacionados a la producción y la sanidad equina a fortalecer y profundizar la revisión clínica periódica de los equinos”.
Por otra parte, se mantendrán las acciones de vigilancia epidemiológica y restricciones de movimientos en los establecimientos involucrados hasta tanto transcurran 21 días de superados los síntomas clínicos.
Por su parte, el Servicio recomienda la vacunación, la cual resulta útil para disminuir la gravedad de la infección respiratoria en los caballos jóvenes y la incidencia de abortos en las yeguas, aunque en las vacunas actuales no se observa la protección contra la enfermedad neurológica.