La inclusión de cultivos de cobertura en la rotación agrícola está proveyendo diferentes servicios ecosistémicos a la agricultura argentina. Por ello, el creciente interés de los agricultores de todas las zonas.
El Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) viene relevando el porcentaje de productores que realizan cultivos de cobertura desde la campaña 2014/15. Desde entonces hasta la campaña 2019/20, el último ciclo evaluado, el cambio en la superficie sembrada fue sustancial. Ahí está el gran dato: en cinco campañas, el 19% de productores ya siembran cultivos de servicios y el área se quituplicó.
En cifras absolutas, el total sembrado a nivel país fue de 352.000 hectáreas, lo que equivale al 1,8% de superficie sobre las 19,5 millones de hectáreas de cultivos de grano grueso.
En la configuración de esta radiografía, los analistas detrás del relevamiento, que son parte del área de Prospectiva Tecnológica de la entidad, destacaron que, a partir del ciclo 2016/17, se generalizó la siembra de estos cultivos. En cada región, hay una causa inherente para confiar en ellos pero, el factor común, se asoció al control de las malezas difíciles.
En el ciclo 2017/18, señalan, el 11% de los productores ya sembraba especies de servicios. Desde esta campaña hacia la siguiente, se produjo el gran cambio en el área sembrada ya que en el ciclo 2019/20 un 19% de los productores implantaba estos cultivos.
Si bien hubo salto significativo, enfatizan desde la entidad, esta práctica aún parece estar en una etapa exploratoria.
Los mayores porcentajes de adopción, hasta el momento, se encuentran en el NEA oeste, en el centro-este de Entre Ríos, donde los asesores declararon haber tenido resultados satisfactorios con avena y vicia, y sur de Córdoba, donde la tecnología se encuentra fuertemente adoptada, vinculada tecnológicamente al cultivo de maní. En estos casos, más de un 30% de los productores sembró servicios.