La exposición se realizará entre el 5 y 10 de noviembre próximo y participarán más de 30 empresas que deberán cotizar en euros debido a que el comercio en dólares “está penalizado con un 20 por ciento”, explicó a Télam Marisa Galetti, de la Asamblea de la Pequeña y Mediana Empresa (APYME).
Los productos serán expuestos en el Pabellón Oficial de la feria a cargo de la Fundación Export.Ar, dependiente de la Cancillería Argentina; y participan APYME, el ministerio de la Producción la Provincia de Buenos Aires y la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (AIERA).
Las pymes que quieran insertarse en el mercado cubano y ofrezcan productos vinculados a la salud, la educación y los alimentos tienen que tener en cuenta que su principal comprador será el Estado.
“El Estado cubano paga, por lo general, pero a veces lo hace en bonos. También mediante cartas de crédito, pero no es lo más común. Esto significa que las pymes deben estar preparadas para esperar plazos más largos en el tiempo, y por otra parte deben contar con un gran potencial exportador ya que los volúmenes son mucho más grandes”, contó Galetti.
En tanto, los proveedores para empresas vinculadas a la actividad turística pueden generar intercambios entre privados más fluidos.
Entre las empresas que venden al gobierno cubano se destacan las de maquinarias para la industria de alimentos, las que diseñan sistemas de pesajes como las balanzas electrónicas y las que realizan calzados de seguridad.
Marcelo Elizondo, director ejecutivo de Export.Ar indicó que “también hay lugar para productos como el dulce de leche que está tratando de ingresar a Cuba”.
“En total llevamos más de 20 empresas, muchas para el abastecimiento de las cadenas de producción del mercado interno, máquinas, bienes de consumo, servicios, etc”, indicó.
También está Astilleros Tandanor, que desde hace seis años, trabaja en proyectos para la reparación de los rieles ferroviarios de ese país. Otras empresas que tuvieron éxito en Cuba fueron las que diseñan packaging plásticos para envases como las gaseosas.
Pero existe la posibilidad de vender productos en Cuba mediante el sistema llamado producciones cooperadas por el que las empresas se radican en el país y producen directamente desde ahí como el caso de una empresa rosarina, la cual comercializa desde hace años hornos para panificación.
Por su parte, Eduardo Bianchi, subsecretario de Relaciones Económicas internacionales del ministerio de Producción de la Provincia de Buenos Aires, dijo que “el mercado cubano tiene sus pro y sus contras, por un lado está muy restringido el número de compradores pero por otra parte el hecho de que sea el Estado el potencial comprador, implica una seguridad en el tiempo”.
No obstante, destacó que a la FIHAV “también asiste gente de todo Centroamérica y es una puerta para mostrarse en ese mercado que está creciendo mucho”.
En la FIHAV 2006 participaron más de 50 países no solo de Latinoamérica sino también Alemania, Austria, Bélgica, Turquía.
Además constituye una de las tres ferias multisectoriales más importantes de América Latina. Le siguen Expocomer que se realiza en el mes de marzo en Panamá y Expocruz, de Bolivia, en septiembre.