SmartVineyard es una empresa desarrollada por ingenieros y químicos en Hungría con el fin de combatir las enfermedades que afectan a la uva y que pueden llegar a causar graves pérdidas en la cosecha.
El sistema consiste en la instalación en la finca de dispositivos pequeños provistos de receptores que registran y analizan todas las condiciones geográficas y climáticas en una superficie de hasta diez hectáreas cada uno.
Los sensores captan la humedad, el fotoperíodo, la temperatura, la cantidad de agua e incluso la orientación del terreno o el contenido de nutrientes en el suelo, para hacer un estudio del tratamiento que necesita la uva en cada sector del establecimiento.
Los datos se suben automáticamente a una nube en Internet, donde son analizados para diagnosticar cuándo es recomendable fertilizar y con qué producto, de entre toda la base de datos de químicos autorizados por la Unión Europea (UE). “La clave es saber cuándo fertilizar y con qué”, cuenta el presidente de la empresa.
Surgió esta idea en el marco del año 2010, donde las malas condiciones climáticas en Europa del Este favorecieron la extensión de la llamada ‘podredumbre negra’, un hongo que ataca las hojas y otros órganos verdes de la vid, y que afectó en ese entonces al 60% de la fruta.
Los creadores de SmartVineyard afirman que su sistema se puede reducir la pérdida de uva por plagas desde 15% de media anual hasta un 10%, aunque su eficacia se manifiesta principalmente en años en los que las condiciones del clima son más propicias a la aparición de plagas. “Esto es un apoyo para las decisiones de los productores”, subraya el director de la empresa.
El sistema de SmartVineyard tiene una aplicación muy especial cuando se trata del vino húngaro más famoso, el Tokaji.
En ese caso, el propósito no es solo evitar la aparición de la plaga, sino controlar el grado de expansión del hongo Botrytis que da al vino el dulzor que le caracteriza.
De esta forma, SmartVineyard detecta cuando la infección de esta ‘podredumbre noble’ ha llegado a su momento óptimo para poder cosechar
Actualmente también la empresa trabaja sobre el riego. El director de SmartVineyards, Alan Campbell dijo que “hace cinco años, decidí que la industria podría beneficiarse con la introducción de una nueva tecnología para evaluar el riego”.
Campbell asegura que los productores buscan utilizar el agua de la manera mas eficiente posible para lograr el mejor crecimiento y desarrollo de sus cultivos, sin tener gastos extras de combustible debido al exceso de riego innecesario.
“Ser capaz de controlar el riego de cerca le permite controlar la floración, controlar el cuajado, controlar el tamaño de las bayas, controlar el desarrollo de la fruta y otras cuestiones”, concluyó Campbell.