Desde el 1° de noviembre próximo sólo se podrán faenar los vacunos que superen los 260 kg en pie. Así lo dispuso la Secretaría de Agricultura en una resolución firmada a fines de agosto y que entrará en vigencia la semana que viene. La decisión de imponer un tope de faena tuvo repercusiones en el sector ganadero. El presidente de la Cámara Argentina de Consignatarios de Ganado, Carlos Pujol, se refirió al tema en Infocampo TV.
“No está totalmente claro cómo va a seguir este proceso. Hay cosas q ue tendremos que ver en el quehacer diario. Por ejemplo, no está previsto si al Mercado de Liniers llega una jaula que pesa menos y, además, sanitariamente es imposible que los animales vuelvan al campo. Esta situación puede ocurrir por desconocimiento o negligencia. Esta medida no es totalmente conocida, el que está trabajando en el campo día a día no sabe qué va a pasar con una tropa que tenga animales desparejos. Tendremos que ver cómo se va desarrollando esto, para que lo que se presenta como una medida beneficiosa, no se convierta en un mayor problema”, manifestó Pujol.
El directivo de la Cámara indicó que esta medida va a producir fuertes cambios y que las consecuencias se podrán ver en el tiempo. “Esta norma
modifica sustancialmente un sistema productivo, en ganadería hay que hablar de un sistema productivo de 3 a 5 años, no de 60 a 120 días. Esta situación es forzada”, añadió.