La Bolsa de Cereales de Buenos Aires publicó su informe de cierre de la campaña 2021/22 de trigo que se distingue por varios récords.
Para la entidad porteña, se sembraron 6,6 millones de hectáreas, la segunda superficie más alta de su serie histórica; y la cosecha finalizó con un récord de 21,8 millones de toneladas, 2,8 millones por encima del máximo anterior de 19 millones de toneladas, en el ciclo 2018/19.
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Fue clave para eso un rinde promedio nacional de 34,4 quintales por hectárea (qq/ha), que significa un 21,9% más que la temporada anterior y 11,5% más que el promedio de las últimas cinco campañas.
De acuerdo con la Bolsa, esto ocurrió “debido a una favorable evolución del cultivo en respuesta a la fertilización, y los registros de precipitaciones que, aunque escasos, se distribuyeron oportunamente en tiempo y espacio alrededor de los momentos críticos del ciclo”.
Viento de cola externo
En este marco, al buen clima productivo se sumó también un buen clima de negocios: el trigo arrastra un excelente momento a nivel de precios internacionales.
La Bolsa porteña recordó que la cotización en Chicago subió 62% desde junio de 2020, cuando estaba en 174 dólares la tonelada, a 282 dólares en la actualidad.
Si bien este valor está lejos del techo de 314 dólares de noviembre de 2020, “aún nos encontramos en niveles históricamente elevados”, subrayó.
“Poniendo en contexto, solamente en el 6% de los días transcurridos desde 1990 hasta la actualidad el precio en este mercado fue superior a los registrados en enero de 2021”, comparó.
El mismo movimiento se replicó en los precios de exportación (FOB) y el recibido por el productor a nivel local (FAS), aunque en una menor cuantía. Desde junio de 2020, el precio FOB aumentó 27% y en relación a enero del año pasado se encuentra en promedio 8% por encima. Mientras que el precio FAS aumentó 26% desde el inicio de la tendencia alcista y en promedio se ubica un 7% arriba de un año atrás.
Aporte económico
De esta manera, la combinación de un aumento del 28% en la producción junto a un incremento del 15% en el valor del grano, dan como resultado un aporte estimado a la economía de 5.500 millones de dólares.
Ese producto bruto de la cadena triguera está 43% por encima del año pasado y es el máximo registro histórico, precisó la entidad porteña.
Esto significa, entre otras cosas, un auxilio para las arcas del Banco Central: se estiman exportaciones récord por 13,3 millones de toneladas, que reportarían un ingreso de U$S 4.500 millones, 53% o U$S 1.600 millones más que en 2021.
Asimismo, también ayudaría a sostener al fisco, con un aporte fiscal de U$S 1.450 millones, un 41% más.
“Con la cosecha gruesa afectada por un escenario de déficit hídrico, el significativo crecimiento estimado para la cadena triguera es una gran noticia para la economía argentina”, sintetizó la Bolsa de Buenos Aires.