Al trigo, para la campaña próxima a comenzar, hay vientos que le soplan a favor y otros que le impiden avanzar.
El principal aire de cola es el clima: las abundantes lluvias de las últimas semanas configuran un escenario agronómico ideal para que la siembra fina se desarrolle con una buena base para los cultivos.
Pero el frente tormentoso es el otro clima, el de negocios: aunque en las últimas semanas el cereal recibió algunas buenas noticias, como una leve mejora del precio y una caída del valor de los fertilizantes, los números siguen sin cerrar en general para el productor.
En este marco, se desarrollará el 9 y 10 de mayo en el Hotel Sheraton de Mar del Plata una nueva edición de A Todo Trigo (ATT), y su coordinador técnico, el experto Daniel Miralles, explicó lo que se verá durante el congreso.
UNA CAMPAÑA PARA HACER A TODO TRIGO
Para el docente e investigador de la FAUBA y el CONICET, la campaña que se avecina renueva expectativas y el evento busca brindar las herramientas necesarias para aprovechar todas las oportunidades.
“Necesitamos una nueva épica de la producción”, resume y añade: “Hoy tenemos una ventaja: en la mayor parte de las zonas trigueras del país partimos de una situación hídrica muy distinta a la del año pasado. El agua en la siembra explica entre el 50% y el 80% del éxito del cultivo. Si seguimos de la manera en que arrancamos, tenemos la oportunidad de lograr rendimientos récord y una alta rentabilidad debido a esto”.
En este contexto, se refirió también a la “muy buena noticia” sobre la baja del precio de los fertilizantes y de algunos insumos, en un contexto en que la nutrición es fundamental para elevar los techos del trigo.
Según Miralles, hace dos semanas la tonelada de urea estaba a casi U$S 900 y ahora está en U$S 560, como muestra de una mejora notoria en la relación insumo/producto.
Es en este marco que, en Mar del Plata, más de 60 especialistas abordarán en tres salas simultáneas todos los temas significativos para la cadena triguera.
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Entre ellos, los nuevos horizontes de la producción del trigo y el entendimiento de las demandas. “Lo ambiental tiene un peso cada vez mayor en los sistemas de producción”, enfatiza Miralles y destaca que, por su sistema de producción en siembra directa, Argentina cuenta con algunas ventajas en lo que hace a huella de carbono.
Por eso, el tema “descarbonización” tendrá un espacio protagónico en la agenda, como así también la intensificación: cómo introducir mayor cantidad de cultivos en menos tiempo sin degradar los suelos.
EL TRIGO Y EL “BOOM” DE LOS BIOLÓGICOS
En tanto, otro capítulo apasionante será el creciente debate entre fertilizantes químicos versus biológicos, teniendo en cuenta que estos últimos están teniendo un rol cada vez más importantes, aunque los primeros son muy difíciles de sustituir en el corto plazo.
“Los biológicos no tienen aún el mismo impacto en el rendimiento y en la calidad de cultivo que podrían tener los químicos. Pero cada vez hay más investigación y desarrollo para generar mayores combinaciones de fertilizantes biológicos con otros químicos en dosis muy pequeñas, como son los micronutrientes. Estos exacerban los fertilizantes biológicos y, a su vez, mejoran la solubilización de fertilizantes químicos en el suelo. Todo ese combo hace que tengamos mejores respuestas”, remarca Miralles.
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— Acopiadores (@acopiadores) April 19, 2024
También por el lado de los insumos, en el bloque de malezas, plagas y enfermedades los especialistas darán un pantallazo pormenorizado sobre los nuevos productos que aparecieron en el mercado, los momentos óptimos de control, las especies resistentes y cómo manejarlas con tolerancia genética.
Este segmento se cerrará con la disertación de Diego Ferraro (FAUBA – CONICET), quien expondrá sobre los modelos de riesgo para el uso de agroquímicos orientados a cuantificar cuál es la toxicidad que tiene cada esquema de rotación.
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OTROS CULTIVOS DE INVIERNO
Pero cabe recordar que A Todo Trigo no solo aborda este cereal, sino también los otros cultivos que ocupan la paleta de invierno, como cebada, trigo candeal, colza y carinata.
Estas dos últimas oleaginosas vienen teniendo un gran potencial: la colza, de la cual se extrae un aceite de altísima calidad empleado en el mundo gourmet, y la carinata, que permite producir biocombustibles para aviones (biojet).
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“Cada vez más los sistemas han pasado de regirse por decisiones cualitativas a decisiones cuantitativas. ¿Cuántos kilos necesito sembrar? ¿Cuánto fertilizante necesito aplicar? ¿Cuánto es mi nitrógeno en suelo?”, remarca Miralles.
Por último, el capítulo político también es inevitable en el contexto actual, y en el trigo otra materia pendiente pasa por un marco jurídico que otorgue previsibilidad para desarrollarse y abrir nuevos mercados.
“Los países demandan trigo, no hay duda, el tema es buscar quién nos puede comprar el cereal y ser competitivos en los mercados del mundo. Para eso debemos avanzar en la reducción o la eliminación de las retenciones que son un impuesto a la exportación que no tiene ningún sentido”, finaliza el experto.
“En el trigo, el 12% de retenciones que se deja el Estado estrangula de muerte la rentabilidad”
