Los trigos sembrados en las localidades más afectadas por las inundaciones en las provincias de Buenos Aires y La Pampa están limitados en su crecimiento por la acumulación de excesos hídricos y la falta de piso, que demora la aplicación de fertilizantes y fungicidas. Por su parte, en el norte del país, esta semana mejoró en parte la condición de humedad y los lotes implantados con el cereal comenzaron a transitar etapas reproductivas.
Según el relevamiento semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), el 62 % de las 5.350.000 hectáreas incorporadas presenta una condición de cultivo buena, mientras otro 23 % normal, un 9 % excelente y sólo el 6 % de la superficie nacional mantiene un estado regular a malo, a pesar de que una gran proporción del área triguera permanece anegada.
En las regiones Noroeste (NOA) y Noreste (NEA), los lotes de trigo temprano atraviesan etapas entre floración y principios de grano lechoso, bajo un estado hídrico que mejoró gracias a las últimas lluvias registradas en el noreste de Salta y el centro de Chaco. “En cuanto a las primeras expectativas de rendimiento relevadas, las mismas se ubican dentro de los promedios zonales alcanzados en las últimas cinco campañas, pudiendo ser mayor en función de cómo evolucione el clima durante las etapas críticas de llenado de grano. La presión sanitaria es normal y se relevaron ataques de langosta, roya y pulgón que fueron controlados con aplicaciones terrestres”, indicó el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la BCBA.
En tanto, en el Centro-Norte de Córdoba, el crecimiento y desarrollo de los cultivos de trigo se encuentra demorada por el déficit hídrico que se presenta en la región, donde la condición de cultivo es regular.
Por su parte, en la región central, el cereal continúa diferenciando macollos con presencia de enfermedades fúngicas que fueron controladas a tiempo. De acuerdo al PAS, los ambientes bajos del Núcleo Sur, Centro-Este de Entre Ríos y Sur de Córdoba mantienen excesos de humedad que provocaron pérdidas de área y, en consecuencia, lotes más heterogéneos en su desarrollo de plantas. Mientras que los lotes tempranos presentan una condición de cultivo excelente con muy buenas expectativas de rendimiento.
Aunque en la última semana llovió en la región Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, Centro de Buenos Aires y Cuenca del Salado, los cultivos de trigo continúan recuperándose lentamente de los excesos hídricos que se acumularon desde el comienzo de la campaña agrícola. Según la BCBA, las pérdidas de área podrían promediar entre el 3 % y 15 % en función del tipo de ambiente y localidad, pero el resto de la superficie implantada se encuentra próxima a encañar bajo una condición de cultivo adecuada.
Los núcleos del sur bonaerense, de acuerdo a lo relevado por el PAS, se encuentran con un estado sanitario bueno y se realizaron aplicaciones de fertilizantes nitrogenados en aquellos lotes que no se encuentran afectados por anegamientos. El estado fenológico varía entre emergencia y macollaje, aunque algunos lotes sembrados en fechas tempranas ya están encañados. En algunas localidades del sudeste de Buenos Aires todavía hay lotes con excesos hídricos que afectan el macollaje del cereal y provocaron pérdidas de área en los sectores bajos del lote.
Cabe señalar que la Bolsa de Comercio de Rosario, advirtió por la detección de lotes afectados por roya amarilla, roya anaranjada y manchas en los cultivos de la Zona Núcleo. “La roya pone en jaque al trigo. Esta vez, ni las variedades menos susceptibles escaparon de roya amarilla y roya anaranjada. Incluso las que invictas hasta la campaña pasada han cedido ante la virulencia”, indicó la entidad rosarina.
