En medio de una fuerte sequía que azota en todo el mapa productivo argentino, las últimas lluvias trajeron alivio al sudeste bonaerense.
Si bien no serán de gran ayuda para el trigo, desde el INTA consideraron que permitirá impulsar la siembra de granos gruesos.
En una campaña 2022/23 signada por una sequía que se incrementó de este a oeste, entre los días 29 y 30 de noviembre se registraron las lluvias más abundantes desde mayo en esta región.
“Estas precipitaciones sumadas a las que ocurrieron en semanas anteriores dieron un promedio general de 46 milímetros”, señalaron desde el organismo. Pablo Abbate, investigador del INTA Balcarce, analizó el impacto de las precipitaciones.
“Si bien la cantidad de agua acumulada no es suficiente para que el suelo se recargue por arriba del 50%, en la mayoría de las localidades el agua recibida es suficiente para recargar el suelo hasta los 38 a 73 cm de profundidad”, destacó.
De esta manera y con cultivos de invierno que redujeron sus requerimientos hídricos mientras avanza el llenado de granos, los cultivos de verano todavía no demandan demasiada agua.
Las #lluvias traen alivio en el sudeste de Buenos Aires 🌧️
Los eventos frenan la caída de rendimiento para los cultivos de invierno y favorece la humedad del suelo para los de verano. El análisis del @INTABalcarce y la proyección del @INTAClimayAgua.
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— INTA Informa (@INTAInforma) December 6, 2022
COMO SEGUIRÁ LA GRUESA
En relación con los lotes destinados a cultivos de verano, Abbate indicó que si bien había agua en superficie como para realizar la implantación, existía incertidumbre porque el agua acumulada en la profundidad del suelo era escasa. “Estas últimas lluvias permiten diluir gran parte de esas incertidumbres y avanzar con la siembra”, señaló.
El especialista del INTA también indicó que las precipitaciones acumuladas desde el 15 al 30 de noviembre en el sudeste bonaerense mostraron una gran heterogeneidad, con registros que oscilaron entre los 6 y 87 milímetros.
LA EVOLUCIÓN DEL CLIMA
Si bien el panorama hídrico que dejó noviembre significó un alivio para el sudeste de la provincia, los técnicos del organismo aconsejaron seguir de cerca los pronósticos meteorológicos a corto y mediano plazo.
Para el verano, anticiparon que existe un 76% de posibilidades para una continuidad de La Niña, con precipitaciones entre normales e inferiores para el sudeste de Buenos Aires.
“A corto plazo, el pronóstico prevé entre el 6 y el 11 de diciembre precipitaciones que podrían alcanzar entre los 5 y 20 milímetros y para la semana siguiente, del 12 al 17 de diciembre, las precipitaciones podrían estar prácticamente ausentes”, indicaron desde el Instituto de Clima y Agua.