Los beneficios que brinda la ley 25.080 para la actividad forestal vencerá a fines de 2009 y está en vigencia desde hace seis años. Manuel Climent, presidente de la Asociación Forestal Argentina (Afoa), detalla que todavía los beneficios en materia fiscal a los que debería acceder el productor, como la devolución del IVA, aún no se están implementando efectivamente.
Climent señala que muchas empresas están haciendo sus inversiones sin presentar la carpeta para percibir los beneficios de esta ley porque no quieren entrar en los inconvenientes burócraticos, ya que los costos de esta operatoria superan a los beneficios.
En la Argentina hay implantadas alrededor de 1,1 Mha, el 54% corresponde a pinos, el 32% a eucaliptos, el 11% a álamos y sauces y el 3% restante a otras especies.
Climent señala que actualmente se están forestando por año alrededor de 40.000 hectáreas y esto preocupa al sector, ya que los objetivos eran llegar a las 10.000 antes de 2006.
El presidente de Afoa explica que el sector tuvo un gran impulso en el 2002 luego de la devaluación, ya que la diferencia entre el peso y el dólar daba grandes beneficios a la hora de exportar, pero en la actualidad el sector está estancado ya que no logra incrementar las hectáreas implantadas y mucho menos el consumo interno.
Lo que más se exporta actualmente son celulosa, tableros, madera aserrada y partes de muebles.
Las grandes empresas forestales que están instaladas en la Argentina son Alto Paraná, Maciza y CMPC, las dos últimas de capitales chilenos. Climent remarca que el negocio forestal argentino lo han sabido entender muy bien los chilenos y por eso continúan invirtiendo.
Dentro del 1,1Mha implantadas estas tres empresas tienen en total alrededor del 20%, otro 20% está repartido entre medianos productores, y el resto en manos de pequeños productores.
