“Los contratos de soja apuntaron pérdidas de 4 U$S/tn, arrastrados por las fuertes caídas sufridas por el maíz y el trigo. En cuanto a los números propios de la oleaginosa, nuevos recortes en las perspectivas de demanda externa de China y su impacto sobre las ventas de EE.UU., adicionaron presiones. En este sentido, el organismo volvió a ajustar a la baja la proyección de importaciones totales del gigante asiático para esta campaña (de 85 mill. tn. a 83 mill. tn.) y para la nueva (de 87 mill. tn. a 85 mill. tn.). Recordamos que en 2017/18 habían alcanzado 94 mill. tn”, informo Grassi tras el cierre de los mercados.
Así, a pesar de que revisó a la baja la proyección de producción de EE.UU., por recorte en área, el país del norte estaría finalizando el nuevo ciclo con un holgado volumen de existencias, próximo a 20 mill. tn.
“El maíz sufrió importantes pérdidas, con retrocesos de 9,8 U$S/tn, con un reporte del USDA que impactó de lleno. El recorte en área cosechable resultó muy magro, respecto a las expectativas mantenidas. Además, se mejoraron las perspectivas de rindes. Así, la producción se ubicaría en torno a 353 mill. tn., cuando el mercado esperaba en promedio cerca de unos 18 mill. tn. menos. El impacto fue casi directo sobre el cálculo de stocks finales del nuevo ciclo, los cuales ascendieron a 55,4 mill. tn”, destacó la corredora de granos.
Y finalizó: “En un sentido similar, el trigo cayó cerca de 10 U$S/tn. Los stocks mundiales permanecerían muy holgados, sobre 285 mill. tn”.
