El rabanito, una de las estrellas infaltables en las ensaladas, es una raíz carnosa que tiene un sabor picante. Hay diferentes tipos de variedades dependiendo sus formas –esféricas, cónicas, cilíndricas y ovaladas– o el color de su corteza, que pueden ser roja, blanca, morada, negra o roja y blanca.
Hay bastante beneficios para el cuerpo al consumir esta hortaliza y algunos pueden ser:
- Alta concentración de potasio, lo que ayuda a evitar los calambres.
- Pocas calorías, ya que el 95% de su carne es agua.
- Alto contenido de vitamina C, que es un gran antioxidante que ayuda a la piel y a la aparición de dolores.
- Ayuda a la formación del colágeno de los dientes y huesos.
- Facilita la producción de glóbulos rojos y blancos, ayudando en la anemia.
- Alivia el estreñimiento.
- Tiene propiedades relajantes y mejora el sueño.
Dónde sembrar rabanito
El rabanito soporta cualquier temperatura pero tiene preferencia por los climas más templados a frescos y le favorecen estar en suelos fértiles, profundos y frescos.
Cómo se siembra el rabanito
Los meses ideales para sembrarlo van de agosto a octubre y de febrero a mayo, aunque se puede hacer en cualquier momento del año. Lo único que se aconseja es que se cultive cada 15 días así puede haber una producción escalonada.
Para la siembra se van a necesitar 2 gramos de semillas por m² y 1 a 1,5 cm de profundidad. Lo más recomendable es que se haga en líneas o surcos, como se hace con los cultivos de más lento crecimiento.
Las semillas deben tener una separación de al menos 15 centímetros.
La cosecha debe estar muy cuidada, ya que si se dejan a los rabanitos más tiempo del debido se endurecen, crecen y se ahuecan. El ciclo depende de la época pero dura alrededor de 20-30 días para que alcancen un diámetro de 1 a 1,5 para que el sabor sea más suave.
Cuidados que se deben tener
Los principales cuidados para la preservación de la hortaliza deben ser desmalezar, espaciar las plantas y sobre todo mantener el suelo fresco con los riegos, que tienen que ser frecuentes sobre todo en verano.
Hay que cuidarlas de enfermedades como el mildew, manchas amarillas que aparecen en las hojas, y se controla sacando las plantas enfermas para después pulverizar. Otro problema del que hay que estar atento es al pulgón.
Ajo: cómo sembrar y cuidar el cultivo estrella del otoño en la huerta