Las normas de gestión de calidad regirán a partir de la zafra 2005/2006, después de que el programa superara con éxito las dos auditorías internas y la externa a la que fue sometido.
El anuncio oficial se realizaría el próximo martes 18 de enero y estaría a cargo del Comité Fiscalizador del Instituto Argentino de Normalización (IRAM).
Durante los primeros meses de la presente zafra lanera, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) realizó las inspecciones internas correspondientes. Pero fue a fines de noviembre, cuando el IRAM realizó con resultados satisfactorios la auditoría externa, que permitió solicitar al Prolana la certificación de calidad ISO.
En este sentido, el director de Desarrollo Rural y responsable del programa en Río Negro, Raúl Fernández, explicó que la certificación abre nuevos horizontes para la producción local, sobre todo en lo referido a satisfacción al cliente.
El funcionario agregó que “los beneficios de las normas de calidad de gestión se apoyan en principios que nos interesan consolidar y mejorar, como la organización focalizada en las necesidades del cliente, tanto para el productor como para la industria y las empresas de esquila”.
En cuanto a los beneficios que genera esta certificación, Fernández observó que, “en principio es un medio para jerarquizar el programa a nivel nacional e internacional”, y consideró que seguramente mejorará la eficiencia y la eficacia de los recursos financieros que se manejan a través de la ley ovina. Asimismo, sostuvo que también fortalecerá la estructura organizativa de todos los módulos, sobre todo de Chubut y de Rio Negro, que son las dos primeras provincias que van a certificar a través de IRAM las normas ISO.
Fernández agregó que el programa pretende satisfacer las necesidades de sus clientes y también del resto de las partes interesadas, como productores y empresas que exportan lana al exterior o la industrializan en la Patagonia para exportarla posteriormente.
Respecto a la magnitud del proyecto, comunicó que aún no se han cerrado las
estadísticas de este año, porque hay algunas empresas que todavía están esquilando las últimas ovejas de la temporada, pero expuso que, el año pasado, fueron más de 700 los productores que participaron del proyecto, lo que involucra a más del 50 % de la lana producida en Río Negro. “Son más de $ 4, 5 M de kilos de lana bajo las normas de Prolana”, agregó Fernández.
Finalmente opinó, en relación a la competitividad argentina dentro del mercado lanero mundial, que “ha casi desaparecido ese stock australiano que estaba distorsionando de alguna manera el mercado internacional y ha disminuido también el stock ovino en todo el mundo”. Agregó que, tanto en Australia, como en Nueva Zelanda o Uruguay, rivales argentinos, las producciones más competitivas desplazaron a la ganadería ovina hacia zonas más marginales. Consideró que “mientras la demanda siga sostenida, con buenas perspectivas económicas para los países demandantes, como son los países europeos, u otros países con buen PBI, seguramente se estará demandando una fibra de altísima calidad como es la lana para producir prendas de finísima calidad que son muy apreciadas por ese tipo de público, de alto poder adquisitivo”.
En concreto, los productores laneros esperan que en el mediano plazo la producción argentina mejore su competitividad en los mercados mundiales, a partir de esta certificación de calidad.
